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sábado, 24 de marzo de 2012

URDANGARIN Y EL FUTURO DE ESPAÑA




Porque estamos asistiendo día a día al derrumbe de un ídolo, cuando pocas veces se nos dará la oportunidad de ser testigos de la caída, lenta pero inexorable, de alguien que el mundo consideraba “grande”. Sabemos que, de vez en cuando, los ídolos son arrancados de sus pedestales y derribados al suelo. Pero también comprobamos lo fuerte que defienden sus intereses los hombres, y como se agarran con uñas y dientes a sus privilegios, poderes, estatus. Sin embargo, quién lo iba a creer años atrás, estamos asistiendo al descabalgamiento de Urdangarín, el yerno del Rey de España, y con él, duro es decirlo, al tambaleamiento de la monarquía española. Años ha ya se filtró aquella frase de la Reina Sofía en el desfile militar del 12 de octubre: “¿qué será de nosotros, de nuestros hijos?”, tal era la presión a la que se veían sometidos por parte del anterior gobierno socialista, con las loas continuas y la reivindicación constante de la II República española como panacea universal. Y con todo, el terremoto Urdangarín puede hacer más daño que aquella presión institucional perversa a la que fueron sometidos desde el gobierno Zapatero.


Y no entro a juzgar actuaciones, sino a constatar evidencias. El tema Urdangarín ha tocado la base de la monarquía española hasta el punto de exigir del Rey de España una intervención a la que estamos poco acostumbrados, eso sí, indirecta, pero clara. Es más, ayer en la inauguración de la nueva (¿y última?) legislatura de las cortes españolas, el Rey fue ovacionado de un modo extraordinario. Pero sin hecho heroico que lo justificara se me antojó más como reconocimiento por los servicios prestados al que pronto los dejará de prestar. No, no me gustó ese gesto de los diputados. Y me trajo recuerdos de aquellos otros aplausos que precedían a la defenestración.


Pero Dios guarda y cuida las dinastías, como guarda y cuida ciertos pueblos. Israel, el pueblo judío ha sido privilegiado por Dios desde antiguo y no por causa y razón de sí mismo, sino por causa y razón de su elección como cuna de la que vendría la Salvación. Dios elige las raíces que traerán al vástago, al retoño salvador, por amor al fruto venidero, pero amando al fruto ama la raíz que lo hizo posible. Y así, a pesar de los mismos elegidos empeñados en incumplir su misión, Dios los protege y conduce a fin de que se encarne la Promesa en el tiempo oportuno. Pero de modo desconcertante, con el advenimiento de la Promesa Dios no olvida la raíz que lo hizo posible sino que, de modo más admirable aún, vela por ellos en espera de otros misterios. Estos son las promesas novotestamentarias sobre la incorporación de Israel a la Iglesia, que será para gran bien del mundo y de la Iglesia, y que aún no vemos ni intuimos.


Y lo que pasa con algunos pueblos pasa con algunas dinastías monárquicas, a veces de modo escandaloso
, que son protegidas por Dios en orden a una salvación que nos deberá venir de ellas. Si incumplen la misión para la que fueron escogidas, Dios retira su protección y se asiste a su derrumbe a veces de modo fulminante. Así pasó con los Borbones francesesDios los quiso como baluarte y defensa de la fe en Francia de un modo inaudito y casi plástico. Recordemos aquel encargo que Nuestro Señor dio a santa María Margarita de Alacoque para que se lo hiciera llegar a Luis XIV:


"Haz saber al hijo mayor de mi Sagrado Corazón, que así como se obtuvo su nacimiento temporal por la devoción a los méritos de mi Sagrada Infancia, así alcanzará su nacimiento a la gracia y a la gloria eterna, por la consagración que haga de su persona a mi Corazón adorable, que quiere alcanzar victoria sobre el suyo, por su medio sobre los de los grandes de la tierra. Quiere reinar en su palacio, y estar pintado en sus estandartes y grabado en sus armas para que queden triunfantes de todos sus enemigos, abatiendo a sus pies a esas cabezas orgullosas y soberbias, a fin de que quede victorioso de todos los enemigos de la Iglesia".

Luis XIV no cumplió y la consagración tardía y angustiosa de Luis XVI, estando ya en prisión en tiempos de la cruenta revolución francesa, no evitó la ruina de la monarquía, y con ella, la ruina de la fe cristiana.

Pero la rama borbónica, como ninguna otra rama dinástica, ha sido tomada por Dios como fuente de futura salvación. Y visto lo visto, el derrumbe al que asistimos, nos desconcierta.

3 de enero de 1946, Ida Peerdeman recibe una extraña visión. Son las apariciones de Ámsterdam. Y cuanto ve lo describirá la misma vidente en ese tono casi onírico que caracterizan las apariciones de Ámsterdam.

"Después veo de pronto a alguien a caballo y con armadura. Cuando pregunto quién es, me responden:

“Juana de Arco”.

Detrás de ella veo de repente surgir una gran catedral. Yo pregunto qué iglesia es y oigo dentro de mí: “Ésa es la Catedral de Reims”. Veo entonces venir un cortejo que va hacia la iglesia. Es un cortejo de tiempos antiguos, con alguien a caballo que lleva un escudo y una espada; a su alrededor hay muchos escuderos. Yo oigo:

“Borbón”.

Siento entonces: Eso es para más tarde.”

¿Qué promesas están reservadas a los Borbones? De esta visión se desprenden muchos símbolos sorprendentes. Un Borbón futuro equiparado a santa Juana de Arco, como tipo de aquella enviada por el Cielo para restaurar la moral y la fe de un pueblo hundido. Un Borbón, caminó de Reims -donde Juana llevó al delfín para su coronación como Rey de Francia- como símbolo de una coronación futura que traerá la paz a una tierra marchita y postrada. Y no una tierra cualquiera, por cuanto la misma Señora aparecida se quiere llamar Señora de todos los pueblos, como si la tal coronación fuera para bien de la humanidad y paz de todos los hombres. Y lo más desconcertante aún, esavisión como de tiempos antiguos, emplazada en el futuro, como de cosas que creíamos perdidas pero que volverán, justo ahora, cuando la crisis económica y la crisis energética llevada a su extremo puede llevar al colapso de lo conocido y así, hacer entendible ese retrotraerse a imágenes que creíamos perdidas. ¿No recuerda acaso esto a aquella extraña imagen de Fátima donde se dispara, con las balas, flechas al Papa y a sus fieles hijos? Símbolos, por ello, de una vuelta a estándares de vida que creíamos perdidos pero que quizá veamos regresar.

Y es que, ese tambaleamiento de la monarquía española no ha hecho sino asombrarme por cuanto diera la impresión de que se prepararan las circunstancias que hagan posible la preparación del esperado. Y no digo que sea mañana, sino simplemente que lo que años atrás parecía una línea sucesoria dinástica tranquila y serena, empieza a adquirir tintes impredecibles. Porque en cierto modo ese Borbón prometido parece, proféticamente hablando, que será de la rama española. Pero esto lo dejo a la sabiduría de los lectores.

viernes, 23 de marzo de 2012

PROFECÍA SOBRE LA MUERTE DE BENEDICTO XVI

Otro más de César uribarri. Este es muy interesante, porque habla de la posible enigmática muerte de Benedicto XVI.


Aquel manuscrito fue entregado como cosa admirable al papa Pío VI. Bien advertía el Pontífice lo difícil de los tiempos que le tocaron vivir. La caída de la monarquía francesa y el asesinato de Luis XVI no fueron más que el inicio de los dolores que hubo de soportar y padecer hasta su conclusión en ese vergonzoso secuestro por parte de las tropas francesas, en las que anciano y paralítico, sería arrastrado en calidad de “prisionero de Estado”, hasta acabar sus días en Valence. La rapidez con que la revolución francesa había puesto fin al orden preestablecido constató que los cantos de dolor de tantas profecías de místicos y santos adquirían un realismo insospechado. Por ello el año de 1793, guillotinado el rey de Francia, será retirado del convento romano de san Francisco a Ripa, por orden del Pontífice Pío VI, un códice que contenía los vaticinios del venerable padre Fray Bartolommeo Cambi, más conocido como Fray Bartolomeo de Saluzzo y que moriría en esos mismos muros en torno al año 1617. El códice le será entregado a Su santidad Pío VI, que tras leerlo detenidamente, mandará colocarlo reverentemente en una urna de plata. El círculo que debió conocer el contenido quizá no fuera grande, pero en 1820 un ejemplar de la profecía le sería entregada por un cardenal a un piadoso prohombre. El tiempo y las amistades harían el resto hasta su inclusión en una edición ya olvidada del año 1860.


El vaticinio es una larga poesía, directa, ágil y clara en sus contenidos que muestra dos predicciones. La primera la entendió Pío VI claramente. La segunda es de creer que la dejara para tiempos mejores. Pero aquel primer vaticinio del venerable Bartolomeo de Saluzzo lo vivió en sus propias carnes. Que ya antes de que la nueva Francia trastocara todo el orden europeo pudo leer aquellos duros y claros versos de fray Bartolomeo: “vendrá la dura Francia y de tales males llorarán pastores y prelados”, o aquel otro que los años posteriores le harían recordar con dolor “¿Que es el Gallo ya venido? ¿Y, tú, Anciano Jefe, que harás? Que vendrá el Gallo cantando fuerte ¡y a cuantos de los tuyos dará muerte!”. Pero el segundo vaticinio era evidente que hablaba de otros tiempos, de tiempos inciertos futuros. Sus temores habían quedado confirmados con la primera predicción de fray Bartolomeo. La revolución francesa era la semilla dolorosa, pero más dolorosos serían los frutos. La segunda predicción quedaba ahogada en la indeterminación del mañana. “Después de un curso de tiempo otro será el que venga: preparado de cepos y cadenas”. Pero las cadenas que habrían de preocupar al Pontífice serían las de Francia. 


La segunda predicción cierto que no tiene más trascendencia que la de un vaticinio, pero sobre ellos, sobre los vaticinios, han descansado y elucubrado los hombres. De ellos las generaciones pasadas siempre han gustado, y a ellos se han acogido. Y cuando no lo han hecho, algunas veces ha sido a costa de su vida. Al grande de Julio César algunos achacaron su desprecio a los vaticinios como causa de su muerte. O más bien a su orgullo, que consciente de los malos augurios, no torció su voluntad a los que le pedían cautela y no acudir al Senado aquel día. Y que los vaticinios no eran cosa menor lo plasmó Miguel Angel en el magnífico techo de la Capilla Sixtina cuando, junto con los profetas, hizo que la sibila tiburtina contemplara por los siglos los misterios de Cristo.


Y es que se muestra la historia preñada de ellos, y más en los tiempos difíciles dondese descubre con asombro como el misterioso halo que los emana se vuelve generoso no, exuberante. Así pasó con la revolución francesa, donde decenas de profecías, augurios o vaticinios anticiparon su cruenta venida. Quizá porque de tan aciaga semilla revolucionaria se expandió por el mundo intelectual y político la construcción de un mundo que no sólo no necesitaba a Dios para nada sino que acabaría persiguiéndole. Y así lo constató Pío VI en carne propia, evidenciando que a Dios gusta atacársele atacando a su Iglesia, primero preparando la construcción intelectual que justifique y desprecie, segundo preparando el golpe en el momento oportuno.


Pero lo que el siglo XVIII no dejó intuir quedará marcado a fuego el año 2005. Quizá el segundo canto del venerable Bartolomeo de Saluzzo desconcertó a Pío VI, pero más a nosotros. La presión revolucionaria francesa sería suficiente para no buscar más allá de cuanto ocurría. Y quizá la segunda predicción no tendría a los ojos de la Iglesia del siglo XVIII más que un valor confirmatorio. Pero lo que a finales del siglo XVIII era un enigma sobre tiempos futuros, a la luz de nuestros días el venerable Bartolomeo de Saluzzo parece haber grabado a fuego el pontificado actual. 


Estamos en su canto segundo (predicción segunda, dice el manuscrito) y de modo sorpresivo el que se ha mostrado elocuente y claro, desconcertantemente se torna misterioso. Es un simple nombre que se vela, unos puntos suspensivos enigmáticos. Pero llaman profundamente la atención. 



“Tu que de Pedro portas
la gran mitra y la gran llave,
sin espada ni armas
morirá el papa B...
(Y entonces ) lo verás claro y distinto,
que mentira yo no he dicho.”


Bartolomeo, que se ha mostrado siempre expreso, claro y nítido, vela un nombre. Y tal silenciamiento es fundamental por cuanto todo el canto segundo, toda la profecía segunda, se quiere enmarcar en torno a esa enigmática muerte tras la cual se hará evidente cuanto se ha profetizado. Como esas corrientes del mal remansadas que habrán de ver roto el dique que hasta ahora las ha detenido. Pero tan llamativo como ese nombre velado son las pinceladas que describen el entorno en que se producirán las cosas: los pecados de los hijos de la Iglesia (“ah, monjes, sacerdotes y frailes, si no cambiáis de vida, también vosotros seréis hechos trizas”); la riqueza precedente y abruptamente finalizada (“mas decidme, ciudades ricas y ornamenteadas, que habéis devenido en pocilgas... Que ni les han de valer las torres ni sus fuertes muros”). O cuando predice la división de España, o la violencia que anegará Europa -e Italia en concreto-. O la vuelta de un islam violento ("vendrá el Turco Moro gimiendo como un toro, haciendo estragos con brasas de hierro y goma...”). 


Cierto, no dejan de ser descripciones aplicables a muchas épocas, a muchos tiempos, pero ese enigmático “papa B” enmarcará todo en una dimensión históricamente concretable.


Y es que es ésta una época extraña, porque muchas de las cosas vaticinadas desde tiempos remotos parecen congelarse en nuestros días. Como si los detalles que ayudaran a ubicar las épocas descritas no avanzaran más allá de la nuestra. No, no se nos han dado detalles visuales que eleven nuestra imaginación sobre cómo habrá de ser el soñado mañana del hombre, pero continuamente se han vaticinado detalles referidos a nuestros días como aquella mítica frase de san Vicente Ferrer de que las cosas ocurriráncuando los hombres vistan como mujeres y las mujeres como hombres. Es una sobreabundancia, como constelación de hitos que parecen remansarse en esta contemporaneidad. Pero congelación condensada que invita a pensar que quizá el mal es de fondo, permanente, como una corriente que naciendo en tiempos anteriores ha llegado a nosotros, quedando contenida a la espera de su desenlace.


¿Qué puede ser ese enigmático papa B? ¿Quién puede ser? Y si en todo se mostró fray Bartolomé expreso aquí quiso jugar con el misterio. Misterio y juego, cierto, por cuanto tratándose de estrofas uno acaba buscando la rima posible. Y juego por cuanto Bartolomeo usó una métrica y una rima irregular que permiten muchas terminaciones, pero por ello resulta bien posible asignar a esa enigmática “B” una terminación previsible a la luz de lo dicho: la terminación en “eo” (el original está en italiano). Y por eso quedó marcado el año 2005 cuando al Papa reinante le dio por llamarse, en italiano, Benedetto.


Pero no es más que un vaticinio. Uno más entre tantos otros. Y así lo dejo, como curiosidad para estos tiempos oscuros porque, junto con males y dolores, el venerable Bartolomeo nos dejó esperanzadores cantos a una renovación de la Iglesia:



“la Iglesia en oriente,
¡oh, afortunada gente
que la veréis plantada y renovada.
Vedla tan bella como al principio,
tú, luciente estrella,
que darás inicio
a tan bello edificio.
¡Oh, que recompensa!
¡Oh, feliz suerte!”.

lunes, 6 de febrero de 2012

EL FUTURO DE ISRAEL: LIBRO DE LOS JUECES Y DE SAMUEL


MUERTE DE JOSUÉ

Josué murió con 110 años habiéndose mantenido fiel al Señor durante todo este tiempo.

“Josué, hijo de Nun, servidor de Yahvé, murió después de eso, a la edad de ciento diez años.
Lo sepultaron en el territorio que había recibido en el reparto, en Timnat-Sera, en la montaña de Efraín, al norte del monte Gaas.
Israel sirvió a Yahvé durante toda la vida de Josué y durante toda la vida de los ancianos que sucedieron a Josué, pues habían visto todo lo que Yahvé había realizado en favor de Israel.”
(Josué 24, 29-31)

Dios constituyó a Israel en Nación Santa, en el pueblo elegido de Dios. Con el libro de Josué termina el relato de los orígenes del pueblo de Israel como pueblo elegido de Dios y conducido por El hasta la posesión de la Tierra Prometida.




LOS JUECES

Así pues la primera parte de la Biblia habla de:
-         
     -Los orígenes del mundo
-        -Los orígenes del hombre: el hombre está hecho a imagen y semejanza de Dios.
-        -Los orígenes del Pueblo de Dios: Prefiguración de la Iglesia.

Los Jueces son líderes carismáticos suscitados por Dios para salvar a su pueblo. Josué conquista Canaán y se encuentra con ciertas dificultades. Los Jueces harán de protectores.

Hay 12 Jueces pero la Biblia sólo nos cuenta la historia de 6:

Otniel
Gedeón
Ehud
Débora
Jefté
Sansón

Los otros 6 Jueces de los que no se habla son:

Barac
Tolá
Yaiv
Ibian
Elóm
Abdón

Los relatos de los jueces nos enseñan la siguiente verdad teológica:

“La inquebrantable lealtad de Dios contrasta con las reiteradas infidelidades de Israel”

El pueblo llama a Dios y una vez que Dios saca al pueblo de sus problemas, Israel vuelve a las infidelidades.  
El esquema de los Jueces es:

Pecado -> Castigo -> Arrepentimiento -> Salvación

Es en el fondo la historia de nuestras vidas. El libro de los Jueces es un llamado a la fidelidad.
El pecado es un rechazo consciente del amor de Dios. El castigo va implícito en el pecado, en el propio alejamiento de Dios. Dios espera ese arrepentimiento para acudir a salvarnos. La salvación consiste en recuperar esa alianza con Dios.
Si el hombre está hecho a imagen y semejanza de Dios, a medida que nos alejamos de Dios, esa imagen se va distorsionando.
Dios, lo único que nos exige es fidelidad. Frente a la fragilidad de Israel, se resalta la misericordia de Dios.
Sin fidelidad, no hay alianza. El pecado es siempre el rechazo del amor de Dios.


LA CONQUISTA DE LA TIERRA DE CANAÁN

Los israelitas conquistaron la tierra de Canaán:

Josué había muerto. Los israelitas consultaron a Yahvé:
«¿Quién de nosotros, dijeron, subirá primero a atacar a los cananeos?»
Yahvé respondió: «Judá será quien subirá, pues he puesto el país en sus manos».
(Jueces 1, 1-2)

Los israelitas hicieron lo que es malo a los ojos de Yahvé y sirvieron a los Baales.
Abandonaron a Yahvé, al Dios de sus padres que los había sacado del país de Egipto y siguieron a otros dioses. Se postraron ante los dioses de los pueblos que los rodeaban, y atrajeron sobre ellos la cólera de Yahvé.
(Jueces 2, 11-12)

Pero los israelitas dieron culto a Baal. Las 12 tribus de Israel, en un momento dado, preguntaron a Dios quién debía ser el primero en luchar contra los cananeos. Los cananeos representan el mundo y los pecados contra los que debemos de luchar.

Al final Israel no conseguirá hacerse con la tierra, y serán llevados presos a Babilonia (Irak) donde serán escritos todos estos libros: Jueces, Reyes, Samuel.

Pero antes el proceso de Israel en Canaán fue:

Llegada -> Conquista ->Asentamiento -> Permanencia

Los dioses de los pueblos circundantes son:

Astarté -> Cuerpo, Razón, Gloria
Baal -> Dinero, Poder

Observando las estatuillas de éstos dioses, podemos observar, que cambiamos a Dios por auténticos horrores éticos y estéticos. Los israelitas se sentían atraídos a la idolatría propiciada por los cananeos idólatras, y olvidaron al Señor que los había sacado de Egipto. Dios se compadecía de ellos, y les enviaba Jueces para rescatarlos de las situaciones comprometidas en las que se enfangaba el pueblo de Israel.

“Yahvé, tu Dios, te introducirá en la tierra adonde vas y que pasará a ser tuya; arrojará delante de ti a muchos pueblos, al heteo y al guergaseo, al amorreo y al cananeo, al fereceo, al jeveo y al jebuseo, siete naciones mucho más numerosas y poderosas que tú.
Cuando las entregue en tus manos y tú las derrotes, los exterminarás según la ley del anatema. No harás alianza con ellas ni les tendrás compasión.
No te emparentarás con ellas, dando tus hijas a sus hijos, ni tomando sus hijas para tus hijos,
porque seducirían a tus hijos para que me abandonen y adoren a dioses extranjeros, con lo que la ira de Yavé se encendería contra ustedes y luego los eliminaría.
Por el contrario, esto es lo que deben hacer: derriben sus altares y hagan pedazos las imágenes, arrasen sus bosques sagrados y quemen sus ídolos.
Eres un pueblo consagrado a Yavé, tu Dios. Yavé te ha elegido de entre todos los pueblos que hay sobre la faz de la tierra, para que seas su propio pueblo.
Yavé se ha ligado a ti, y te ha elegido, no por ser el más numeroso de todos los pueblos (al contrario, eres el menos numeroso).
Más bien te ha elegido por el amor que te tiene y para cumplir el juramento hecho a tus padres. Por eso Yavé, con mano firme, te sacó de la esclavitud y del poder de Faraón, rey de Egipto.”
(Deuteronomio 7, 1-8)

Estas 7 naciones cananeas representan los 7 pecados capitales, que, no olvidemos, son mas fuertes que nosotros.


ESQUEMA DEL LIBRO DE LOS JUECES

1)     Los israelitas hacen el mal
2)      Claman al Señor, el cual se compadece, y les suscita un salvador.
3)      Israel descansa y alcanza de nuevo la paz
4)      Finalmente, Israel reincide en la infidelidad.
Enseñanza teológica -> Israel permanecerá en la tierra prometida mientras sea fiel. Cuando no lo sea, entonces le será retirado el favor de Dios.
Finalmente, los israelitas, no alcanzarán un nivel de suficiencia en fidelidad y como consecuencia de ello, no podrán vencer a los cananeos. Perderán la guerra de conquista en la que se habían embarcado.

“Los israelitas vivieron en medio de los cananeos, de los hititas, de los amoreos, de los fereceos, de los jeveos y de los jebuseos.
 Se casaron con sus hijas, dieron sus propias hijas a los hijos de aquellos, y sirvieron a sus dioses.”
(Jueces 3, 5-6)

“Antes, cuando ustedes no conocían a Dios, estaban al servicio de dioses que no lo son realmente.
 Pero ahora, que conocen a Dios ?o mejor dicho, que son conocidos por él? ¿cómo es posible que se vuelvan otra vez a esos elementos sin fuerza ni valor, para someterse nuevamente a ellos?”
(Gálatas 4, 8-9)

“Se levantaron y subieron a Betel para consultar a Dios. Los israelitas preguntaron: «¿Quién de nosotros subirá primero para atacar a la gente de Benjamín?» Yahvé dijo: «Judá será el primero».”
(Jueces 20, 18)

A base de ser infieles, los israelitas se desunieron entre ellos. Esto pasa también en la familia y en la Iglesia. Al final Israel entra en guerra civil. La infidelidad rompe la comunión entre las personas. En aquel tiempo no había rey en Israel y cada uno hacía lo que le parecía.

Después del libro de los Jueces, viene el libro de Rut, que es la bisabuela del rey David. Es una mujer extranjera en el reino de Israel, después viene el libro de Samuel.


SAMUEL

Los libros de Samuel comienzan con su nacimiento. Aquí Israel se transforma en una monarquía hereditaria. Es el mecanismo escogido por Dios para salvar a su pueblo

“Había un hombre de Ramátayim, un sufita de la montaña de Efraín, que se llamaba Elcana. Era hijo de Jerojam, hijo de Elijú, hijo de Tojú, hijo de Suf, de la tribu de Efraín.
 Tenía dos mujeres, una se llamaba Ana, la otra, Penina. Ésta había tenido hijos, pero Ana, no.
 Ese hombre subía cada año de su pueblo para adorar y ofrecer sacrificios a Yahvé Sabaot en el santuario de Silo; los dos hijos de Elí, Jofni y Finjas, servían como sacerdotes de Yahvé en ese lugar.”

“Ana le dijo: «Perdona, señor, tan cierto como que tú vives, señor, que yo soy la mujer que estuvo cerca de ti orándole a Yahvé.
Yo rezaba por este niño y Yahvé me concedió lo que le pedía.
Yo ahora se lo cedo a Yahvé para el resto de sus días; él será donado a Yahvé». Así fue como se quedó al servicio de Yahvé.”
(1 Samuel 1, 26-28)

“En el santuario de Siló había un sacerdote llamado Elí. En el santuario de Siló, nació la monarquía de Israel.
Ana soluciona sus angustias sólo con Dios. Ana le pide al Señor que le dé un hijo y ella a cambio se lo consagrará al Señor. Al quitarle el pecho sube a Samuel al templo a ofrecerlo al Señor.
Es importante que la monarquía nazca en el Templo.

“El joven Samuel servía a Yahvé bajo la mirada de Elí. En ese tiempo la palabra de Yahvé era muy rara y las visiones poco frecuentes.
Ese día estaba Elí acostado en su cama; sus ojos estaban tan débiles que ya no veía.
Todavía no se había apagado la lámpara de Dios y Samuel estaba acostado en el santuario de Yahvé, allí donde estaba el arca de Dios.
Yahvé lo llamó: «¡Samuel! ¡Samuel!» Respondió: «Aquí estoy».
Corrió donde Elí y le dijo: «Aquí estoy ya que me llamaste». Elí le respondió: «Yo no te he llamado, vuelve a acostarte». Y Samuel se fue a acostar.
Yahvé lo llamó de nuevo: «¡Samuel! ¡Samuel!» Se levantó y se presentó ante Elí: «Aquí estoy, le dijo, puesto que tú me llamaste». Elí le respondió: «Yo no te he llamado, hijo mío, vuelve a acostarte».
Samuel no conocía todavía a Yahvé: la palabra de Yahvé no le había sido todavía revelada.
Cuando Yahvé llamó a Samuel por tercera vez, se levantó y fue a ver a Elí: «Aquí estoy, le dijo, ya que me llamaste». Elí comprendió entonces que era Yahvé quien llamaba al muchacho,
Y dijo a Samuel: «Anda a acostarte; si te llaman, responde: «Habla, Yahvé, que tu servidor escucha». Y Samuel volvió a acostarse.”
(1 Samuel  3, 1-9)

O sea, allí quedó Samuel sirviendo al Señor junto a Elí:
“Habla Señor, que tu siervo te escucha”

“Se inicia la etapa del pueblo en la que Dios dará a conocer su palabra al pueblo a través de los profetas que van a ser hombres que interpelarán al pueblo, a los reyes y a los sacerdotes.
Samuel declaró a todo el pueblo de Israel: «Si realmente ustedes quieren volver a Yahvé, quiten de en medio de ustedes los dioses extranjeros y las Astartés. Pongan su corazón en Yahvé y sólo sírvanlo a él; sólo así los librará de las manos de los filisteos».
Los israelitas se desprendieron de los Baales y de las Astartés para servir sólo a Yahvé.
Samuel añadió: «Reúnase todo Israel en Mispá: allí intercederé por ustedes a Yahvé».
(1 Samuel  7, 3-5)

“Samuel fue el juez de Israel durante toda su vida.”
(1 Samuel  7, 15)

“Cuando Samuel envejeció, estableció a sus hijos como jueces de Israel.
El mayor se llamaba Joel y el menor, Abiya; gobernaban desde Bersabé.
Pero sus hijos no siguieron su ejemplo, se dejaron seducir por el dinero, y en vez de hacer justicia aceptaban cohechos.
Todos los ancianos de Israel se congregaron en la casa de Samuel en Ramá.
Le dijeron: «Te has vuelto viejo y tus hijos no siguen tus pasos, ya es tiempo de que nos des un rey para que nos gobierne como se hace en todas las naciones».
Disgustó a Samuel que dijeran: «¡Danos un rey para que nos gobierne!» Samuel se dirigió entonces a Yahvé.
Pero Yahvé dijo a Samuel: «Atiende a todo lo que te dice este pueblo, porque no es a ti a quien rechazan sino a mí. Ya no quieren que reine sobre ellos.
Actúan contigo como lo han hecho siempre conmigo, desde el día en que los saqué de Egipto, cuando me abandonaron y sirvieron a dioses extranjeros.
Acoge su demanda, pero diles bien cómo mandará el rey que los gobernará».
(1 Samuel  8, 1-9)

Ahora el pueblo quiere un rey. El pueblo de Israel quiere que Samuel nombre a un rey invocando al Señor.
En este sentido, el rey de Israel, es figura de Jesús, llamado Cristo.
Samuel les nombra un rey:

“El pueblo no quiso hacerle caso a Samuel. Le dijeron: «No importa, queremos un rey.
Así seremos como todas las naciones, nuestro rey nos gobernará; irá al frente de nosotros y comandará nuestras guerras».
Samuel oyó todas las palabras del pueblo y las transmitió a Yahvé.
Yahvé dijo entonces a Samuel: «Hazle caso a ese pueblo y dale un rey». Y Samuel dijo a los hombres de Israel: «Váyase cada uno a su pueblo».
(1 Samuel  8, 19-22)

El riesgo mayor de la monarquía va a ser el afán de solucionar los problemas militares o sociales a margen, o en contra de, Dios. Igual que lo que ocurre hoy día.

“Ahora bien, la víspera de la llegada de Saúl, Yavé había hecho una revelación a Samuel:
«Mañana a esta hora te enviaré a un hombre del territorio de Benjamín, al que consagrarás como jefe de mi pueblo Israel. Ese hombre va a salvar a mi pueblo de las manos de los filisteos, porque he visto la aflicción de mi pueblo y su clamor ha subido hasta mí».
(1 Samuel  9, 15-16)

Saúl fue el primer Rey ungido por mandato divino. Saúl salvará a Israel de los filisteos. El ungido es el representante de Dios para dirigir al pueblo. Mas tarde se ungirán los sacerdotes y profetas:

Cristo = Mesías = Ungido

“Samuel dijo a todo Israel: «Los he atendido en todo lo que me han pedido y les he dado un rey.
Pues bien, que el rey se encargue ahora de los asuntos de ustedes, porque yo ya soy viejo, tengo blancos los cabellos, y mis hijos están ahora con ustedes. Desde mi juventud y hasta el día de hoy he ido al frente de ustedes;”
(1 Samuel  12, 1-2)

En adelante la función de Samuel será puramente profética: se limitará a interceder ante Dios y a señalar los aciertos y los errores de Saúl y David. Finalizará así la etapa de los Jueces como precursores de la monarquía.


REFLEXIÓN FINAL

Viendo la historia del pueblo de Israel en el Antiguo Testamento, podemos observar, que es la historia de un fracaso. Israel no está a la altura de la tarea de Pueblo Elegido y va de fracaso en fracaso, hasta la metedura de pata final que consistió en errar el juicio con Jesús, y asesinar al hijo de Yahvé. Terrible. Es una desgracia, pero desde entonces, ese desgraciado pueblo no ha conocido el descanso ni la paz.

Después de dar tumbos por la historia durante 2.000 años, el pueblo de Israel regresa a Canaán, se encierra allí armado hasta los dientes (200 bombas atómicas más o menos reconocidas, pero probablemente tengan mas de mil). Ahora, una vez más, Israel tendrá que luchar por su supervivencia. Atacar antes de que te ataquen, matar o morir. Los palestinos (filisteos), babilonios (Irak) y Caldeos (Irán) resucitan de los confines de la historia y navegan por las cataratas del tiempo para convertirse en la mayor pesadilla de Israel.

Pero no olvidemos que Israel fue el pueblo elegido por Dios. Esto proporciona una impronta que no desaparece nunca. Por eso el pueblo de Israel ha sobrevivido a holocaustos, persecuciones y desgracias. Los judíos son inteligentes, trabajadores e influyentes. Forman parte de la élite mundial e influyen y tienen un poder sin igual, sin comparación a su número y riqueza. No desaparecerán, ni morirán nunca. El mundo no prevalecerá ni le sobrevivirá al estado de Israel. Antes bien, veremos como hacen desaparecer a todos sus enemigos.

miércoles, 11 de enero de 2012

MENSAJES DE LUZ DE MARÍA AÑOS 2.009, 2.010 Y 2.011

Como es sabido, la Iglesia Católica no concede crédito a las revelaciones particulares. Es decir, los comunicados que supuestamente emiten la Virgen María o Jesucristo a determinadas personas llamadas videntes.

Dentro del mundo de los videntes hay muchísimas personas en muchos países y cada una con su visión particular. Llevo algunos años siguiendo las revelaciones de La Virgen y Jesús a una mujer latinoamericana, parece ser que argentina y que se llama Luz de María. Hoy traigo al blog la colección completa de sus mensajes en los años 2.009, 2.010 y 2.011

Lleva muchos años emitiendo mensajes con bastante regularidad. prácticamente cada 5-6-7 días hay un mensaje nuevo. En ellos hay una exhortación a que los cristianos llevemos una vida mejor, mas espiritual. También hay algún tipo de advertencia a la humanidad y en concreto a uno o varios países. Esas advertencias se concretan en la mayoría de los mensajes en la posibilidad de un castigo en forma de desastre natural, en la mayoría de los casos.

Hay algo que me llama la atención en estos mensajes. En ellos se atribuye a la creación una suerte de conciencia propia. Se dice que el pecado de la humanidad "contamina" el cosmos, y éste, responde con estremecimientos en forma de terremotos, o tsunamis, por ejemplo, pero también en fenómenos como las tormentas solares. Porque cuando se habla de cosmos, la vidente se refiere a todo el universo. Da la sensación de que el plantea Tierra y la humanidad son el centro habitado de todo el universo, y que el hombre decide el destino de todo con su conducta.

En particular el acierto prediciendo el reciente terremoto de Japón, ha sido mas que notable. Por último, sobretodo en el último año, todos los mensajes insisten en que estamos en lo que ellos llaman el no tiempo, el tiempo de descuento, la fase inicial del fin del mundo, comenzando por el hundimiento económico mundial, y las guerras que precederán al advenimiento del anticristo. En este contexto debo de recordar una vez mas, que la actual crisis económica no se parece a ninguna otra anterior. Si no sucede un milagro, esta situación irá a peor. La ansiada recuperación nunca vendrá. Cada mes será mejor que el siguiente, y cada año parecerá un paraíso comparado con el posterior.

La humanidad, no obstante, ya ha elegido el camino. La solución vendrá del inicio de una serie de guerras de incierto final. La incapacidad para solucionar los problemas económicos, históricamente se ha solucionado con la guerra como motor de la economía y acicate de una sociedad dormida que necesita ser espoleada por las buenas o por las malas para que el invento funcione.

Es algo ciertamente inmoral, pero una sociedad como la occidental, que se ha acostumbrado, y no concede importancia al terrible pecado del aborto, que masacra a su propio pueblo antes de nacer, el recurrir a la guerra como huída hacia delante para que que la economía arranque, carece del menor problema para la casta de gobernantes satánicos que padecemos.

Mensajes de Luz de Maria Completo Para Publicar

martes, 13 de diciembre de 2011

LAS PROFECÍAS MESIÁNICAS


Vamos a dar un repaso a las profecías mesiánicas desde Adán hasta Cristo.
Recordemos que la venida de Cristo al mundo fué profetizada por multitud de profetas a través de los siglos. Un matemático se ocupó de calcular las probabilidades de que una serie de casualidades encadenadas a través de mas de un milenio convergiera en una sola persona, en Cristo. Pues bien, de las mas de 100 profecías que predicen la llegada de Cristo, se escogieron sólo 8 para el cálculo. La probabilidad de acertar era prácticamente infinitesimal, del orden del cienmil billónesimas de tanto por uno.

Una profecía mesiánica se define como aquella que anuncia al Mesías, es decir, a Cristo.
Desde el  principio de los tiempos, Dios establece una alianza con la humanidad. Dios creó al hombre a su imagen y semejanza, cada vez que Dios nos mira, se ve reflejado en nosotros.  Y nosotros, los hombres, se lo pagamos rompiendo una y otra vez esa alianza.
La palabra exacta no es ruptura, pues una alianza establecida por Dios es irrompible, pero sí ha ocurrido que la hemos rechazado. Dios recrea esa alianza una y otra vez hasta la definitiva que es cuando la sella con la sangre de Jesucristo en la cruz.
Una alianza no es lo mismo que un matrimonio, porque Dios siempre es fiel.



PRIMERA PROFECÍA: ADÁN, EVA, LA SERPIENTE, LA MUJER-VIRGEN Y SU HIJO

Génesis 3,15

“Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.”
Nuestro salvador es Cristo, y su venida fue profetizada mucho antes de su nacimiento. La herida del calcañar (o talón) es una prefiguración de la herida de los clavos de Cristo en los pies.

A éste pasaje del Génesis, se le conoce como el proto-evangelio, pues es la primera vez en la Biblia en que se anuncia la venida del  Mesías. Simiente puede ser traducido como linaje o descendencia. Dios le dice al diablo que le enemistará con la mujer (la Virgen María) y el linaje de la mujer (Cristo). Él, Cristo, herirá al Diablo en la cabeza (lo matará), y el Diablo herirá a Cristo en el talón.


SEGUNDA PROFECÍA: NOÉ Y LOS ELEGIDOS PARA SALVAR

Génesis 9, 8-17

“Y habló Dios a Noé y a sus hijos con él, diciendo: 9 He aquí que yo establezco mi pacto con vosotros, y con vuestros descendientes después de vosotros; 10 y con todo ser viviente que está con vosotros; aves, animales y toda bestia de la tierra que está con vosotros, desde todos los que salieron del arca hasta todo animal de la tierra. 11 Estableceré mi pacto con vosotros, y no exterminaré ya más toda carne con aguas de diluvio, ni habrá más diluvio para destruir la tierra. 12 Y dijo Dios: Esta es la señal del pacto que yo establezco entre mí y vosotros y todo ser viviente que está con vosotros, por siglos perpetuos: 13 Mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal del pacto entre mí y la tierra. 14 Y sucederá que cuando haga venir nubes sobre la tierra, se dejará ver entonces mi arco en las nubes. 15 Y me acordaré del pacto mío, que hay entre mí y vosotros y todo ser viviente de toda carne; y no habrá más diluvio de aguas para destruir toda carne. 16 Estará el arco en las nubes, y lo veré, y me acordaré del pacto perpetuo entre Dios y todo ser viviente, con toda carne que hay sobre la tierra. 17 Dijo, pues, Dios a Noé: Esta es la señal del pacto que he establecido entre mí y toda carne que está sobre la tierra.”

Noé es el único justo sobre la tierra. Actualmente, la Virgen en Medjugorje ha profetizado, que de cada familia saldrá un justo que se convertirá y arrastrará a la conversión al resto. 

Noé fue exactamente igual, salvó a su familia del diluvio. El mérito es de Noé, su familia, sus tres hijos y sus mujeres lo único que tuvieron que hacer es meterse en el arca cuando Noé lo dijo.


TERCERA PROFECÍA:  ABRAHAM, ISAAC, JACOB/ISRAEL E ISMAEL Y EL MUNDO MUSULMÁN

Génesis 3, 13-16

13 Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí. 14 Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. 15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. 16 A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti.

Génesis 17, 19

19 Respondió Dios: Ciertamente Sara tu mujer te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Isaac; y confirmaré mi pacto con él como pacto perpetuo para sus descendientes después de él.

Gálatas 3, 13-16

13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero), 14 para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu.

15 Hermanos, hablo en términos humanos: Un pacto, aunque sea de hombre, una vez ratificado, nadie lo invalida, ni le añade. 16 Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo.

Dios promete a Abraham una descendencia. Dis quiere sellar una alianza con cada uno de nosotros, libremente. La palabra descendencia se usa en singular, el profeta se está refiriendo así, a Cristo.

Dios está continuamente anunciando a Cristo. Sabemos que la descendencia de Abraham fue Ismael (el hijo de la esclava) origen del mundo musulmán e Isaac.


CUARTA PROFECÍA: MOISÉS Y LA TORAH

Éxodo 6, 7-8

 7 Y os tomaré por mi pueblo y seré vuestro Dios; y vosotros sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios, que os sacó de debajo de las tareas pesadas de Egipto. 8 Y os meteré en la tierra por la cual alcé mi mano jurando que la daría a Abraham, a Isaac y a Jacob; y yo os la daré por heredad. Yo JEHOVÁ

Mateo 1, 20-21

20 Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. 21 Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará su pueblo de sus pecados.

A Moisés se le promete un pueblo (los 12 hijos de Jacob/Israel) y una Nación.  La opresión de los egipcios es la prefiguración de la opresión del pecado, del cual nos liberará Cristo.
Todo el Antiguo Testamento es una profecía mesiánica. San José conocía perfectamente el Antiguo Testamento cuan el ángel le visitó y le puso en la encrucijada de toda la revelación.


QUINTA PROFECÍA: EL REINO MESIÁNICO DE JUDÁ

10 No será quitado el cetro de Judá,
Ni el legislador de entre sus pies,
Hasta que venga Siloh;
Y a él se congregarán los pueblos.

El antiguo Israel  lo formaban 12 tribus que fueron conquistadas por los Asirios (actual Iraq). Los Asirios metieron gente entre las tribus de Israel y se mezclarón.
Por otro lado estaba el reino de Judá compuesto por las tribus de Judá, Efraím y Leví que permenecieron independientes y no se mezclaron con los gentiles. Lo que quedó de Israel eran los llamados samaritanos que era un pueblo israelita pero procedente de mezclas. Por eso los judíos odiaban a los samaritanos, porque se habían mezclado..
El mesías saldrá de Judá.


SEXTA PROFECÍA: EL REINO DE DAVID

2 Samuel 7, 6-17

6 Ciertamente no he habitado en casas desde el día en que saqué a los hijos de Israel de Egipto hasta hoy, sino que he andado en tienda y en tabernáculo. 7 Y en todo cuanto he andado con todos los hijos de Israel, ¿he hablado yo palabra a alguna de las tribus de Israel, a quien haya mandado apacentar a mi pueblo de Israel, diciendo: ¿Por qué no me habéis edificado casa de cedro? 8 Ahora, pues, dirás así a mi siervo David: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Yo te tomé del redil, de detrás de las ovejas, para que fueses príncipe sobre mi pueblo, sobre Israel; 9 y he estado contigo en todo cuanto has andado, y delante de ti he destruido a todos tus enemigos, y te he dado nombre grande, como el nombre de los grandes que hay en la tierra. 10 Además, yo fijaré lugar a mi pueblo Israel y lo plantaré, para que habite en su lugar y nunca más sea removido, ni los inicuos le aflijan más, como al principio, 11 desde el día en que puse jueces sobre mi pueblo Israel; y a ti te daré descanso de todos tus enemigos. Asimismo Jehová te hace saber que él te hará casa. 12 Y cuando tus días sean cumplidos, y duermas con tus padres, yo levantaré después de ti a uno de tu linaje, el cual procederá de tus entrañas, y afirmaré su reino. 13 El edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino. 14 Yo le seré a él padre, y él me será a mí hijo. Y si él hiciere mal, yo le castigaré con vara de hombres, y con azotes de hijos de hombres; 15 pero mi misericordia no se apartará de él como la aparté de Saúl, al cual quité de delante de ti. 16 Y será afirmada tu casa y tu reino para siempre delante de tu rostro, y tu trono será estable eternamente. 17 Conforme a todas estas palabras, y conforme a toda esta visión, así habló Natán a David.

Lucas 1, 30-33

30 Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. 31 Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. 32 Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; 33 y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.

Mateo 1, 1

1 Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham.

2 Abraham engendró a Isaac, Isaac a Jacob, y Jacob a Judáy a sus hermanos. 3 Judá engendró de Tamar a Fares y a Zara, Fares a Esrom, y Esrom a Aram. 4 Aram engendró a Aminadab, Aminadab a Naasón, y Naasón a Salmón. 5 Salmón engendró de Rahab a Booz, Booz engendró de Rut a Obed, y Obed a Isaí. 6 Isaí engendró al rey David, y el rey David engendró a Salomón de la que fue mujer de Urías. 7 Salomón engendró a Roboam, Roboam a Abías, y Abías a Asa. 8 Asa engendró a Josafat, Josafat a Joram, y Joram a Uzías. 9 Uzías engendró a Jotam, Jotam a Acaz, y Acaz a Ezequías. 10 Ezequías engendró a Manasés, Manasés a Amón, y Amón a Josías. 11 Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, en el tiempo de la deportación a Babilonia.

12 Después de la deportación a Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, y Salatiel a Zorobabel. 13 Zorobabel engendró a Abiud, Abiud a Eliaquim, y Eliaquim a Azor. 14 Azor engendró a Sadoc, Sadoc a Aquim, y Aquim a Eliud. 15 Eliud engendró a Eleazar, Eleazar a Matán, Matán a Jacob; 16 y Jacob engendró a José, marido de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo.

María era la llena de gracia. María nació sin pecado original como fruto de la redención obrada por Cristo. Va a estar siempre enfrentada a la serpiente.

La Virgen María, al igual que San José, conocía el Antiguo Testamento y era consciente del significado y alcance de la anunciación. Así como San José, era consciente del mensaje que recibió del ángel.

San Mateo era un recaudador de impuestos judío, que sufrió una conversión. Por eso el evangelio de Mateo, está dirigido al pueblo judío, a gente conocedora de la Torah. Por eso el evangelio de Mateo comienza por la genealogía de Jesús. No es casual.

El signo de Noé es el Arca
El signo de Abraham es la circuncisión
El signo de moisés es la Ley o Torah
El signo de David es el Trono


SÉPTIMA PROFECÍA: JESÚS, LA VIRGEN MARÍA Y EL MISTERIO DEL PARTO VIRGINAL

Isaías 7, 14

14 Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.
Lucas 1, 26-31
26 Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, 27 a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María. 28 Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres. 29 Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta. 30 Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. 31 Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS.

La Virgen María lo fue antes, durante y después del parto, y además no conoció varón. Esto lógicamente es un misterio y un dogma de Fé.

Emmanuel significa: Dios con nosotros. Están de moda los signos del fin del mundo, pero hay mucha falta de formación.

La mujer que da a luz es la virgen que da a luz a Jesús. En la imagen del  apocalipsis la Virgen está dando a luz la cabeza de Jesús, pero falta el resto del cuerpo místico de la Iglesia, que se reunirán con él en el fin de los tiempos (la humanidad en Cristo).


OCTAVA PROFECÍA: EL SIGNO DEL MESÍAS, LA ESTRELLA

Miqueas 5, 1

1 Rodéate ahora de muros, hija de guerreros; nos han sitiado; con vara herirán en la mejilla al juez de Israel.

Lucas 2, 10-12

10 Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: 11 que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. 12 Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre.

En el siguiente texto se ve donde nacería Jesús y el signo: la estrella de oriente.

Números 24, 17

17 Lo veré, mas no ahora;
Lo miraré, mas no de cerca;
Saldrá ESTRELLA de Jacob,
Y se levantará cetro de Israel,
Y herirá las sienes de Moab,
Y destruirá a todos los hijos de Set.

Mateo 2, 9

9 Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño.
En la antigüedad, se anunciaba a los reyes y a los dioses mediante una estrella. A Jesús van a adorarle los pastores y los reyes magos. En aquélla época, los pastores eran el estrato mas bajo de la sociedad, y los reyes, el más alto. Además los reyes magos son no judíos, esto es, gentiles.


NOVENA PROFECÍA: EL LUGAR DE NACIMIENTO, BELÉN

Isaías 60, 6

6 Multitud de camellos te cubrirá; dromedarios de Madián y de Efa; vendrán todos los de Sabá; traerán oro e incienso, y publicarán alabanzas de Jehová.

Mateo 2, 1-2

1 Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, 2 diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.

Gálatas 4, 4-5

4 Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, 5 para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.

Llegamos a la plenitud de los tiempos con Cristo.

Isaías 1, 3

3 El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su señor; Israel no entiende, mi pueblo no tiene conocimiento.

Lucas 2, 7

7 Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.

El Buey representa a Israel . El asno representa a los gentiles entregados a las pasiones y muy violentos.

A pesar de ser profetizado Jesús 8 siglos antes de su nacimiento, el pueblo de Israel no lo reconoció.