
Siempre he pensado que profetizar o creer en profecías tiene un riesgo muy grande. Ese riesgo es que dentro de dos o tres años esté tomándome una cerveza mientras me río de mis temores (supuestos).
Pero hoy día, las cosas son algo diferentes y no sé...tengo la mosca detrás de la oreja.
Por cierto, para ver mejor el gráfico pinchar sobre el. Lo he subido en alta resolución.