Os dejo tres vídeos de esta hermosa canción católica. Es como un himno que me llena de alegría. En mi parroquia siempre que la canta el coro se eleva mi espíritu.
Jesus Christ you are my life, Jesucristo eres mi vida, y así es. Yo que fui un gran pecador tengo la inmensa e inmerecida suerte de haber sido llamado por Jesucristo, y haber dicho SI a su petición de arrepentimiento, de cambio y de obediencia a sus leyes.
No soy hombre de fácil obediencia. A nada ni a nadie. Tengo la manía de odiar a quien manda y de detestar al jefe. No he sido dócil ni obediente para padres, profesores o superiores. Sólo le rindo culto y obediencia a Jesucristo, a nadie más y los que me conocen lo saben.
Jesucristo me ha dado mucho a cambio de bien poco. Me ha dado cosas que no merecía, y que de ninguna manera hubiera logrado sin su ayuda. Después de una vida de pecado ahora tengo una familia cristiana, que sigue los pasos del Señor. Jesucristo ha sido generoso hasta el extremo conmigo, haciendo verdad la palabra del Evangelio que dice: "se os devolverá el ciento por uno". Nunca podré agradecérselo lo suficiente, ni aunque viviera mil años en contínua alabanza.
Sólo espero que me libre del diablo, y no me deje pecar. Y también que no me abandone. Vivir al lado de Jesucristo es una inmensa suerte. No todo el mundo la tiene, recordad, "muchos son los llamados y pocos los elegidos". Muchos escuchan su palabra y pocos le siguen.
Ahora que vivimos en un mundo terrible, lleno de pecado, de desmesura, de ateísmo, de horror; donde la mayoría de la gente ha dado la espalda a Cristo, los pocos que vamos quedando fieles (aunque pecadores), debemos hacer un esfuerzo de evangelización como nos pide el Santo Padre, y si la evangelización no es posible, al menos reparación y alabanza.
Porque antes o después, Jesús volverá a separar las cabras de las ovejas y a arrojar aquéllas al lago de fuego y azufre.
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