martes, 20 de marzo de 2012

IRÁN, LA GUERRA Y EL FIN DEL EURO


No sabemos lo que pasa, y eso es lo que pasa” (J. Ortega y Gasset) ¿Se atacará Irán? Veamos los hechos recientes:  -Enero 2011. El Pentágono filtra documentos donde se alude a los planes militares de la operación. -31-12-2011. El presidente Obama promulga una nueva ley de bloqueo financiero a capitales iraníes. -14 -1-2012. Japón y Corea del Sur se suman al embargo de crudo. -22- 1-2012. Barcos de guerra norteamericanos, ingleses y franceses se posicionan en el estrecho de Ormuz. -23-1-2012.  La Unión Europea  acuerda secundar el embargo a partir del 1 de julio. - 7- 2-2012. Se hace público que China y en menor medida India, recorren el mundo en busca de suministros alternativos al petróleo iraní. -14-2-2012. El jefe del Estado Mayor del ejército ruso advierte que un ataque a Irán sería catastrófico. -22-2-2012. El gobierno ruso reitera su oposición a las amenazas contra Irán. -25-2-2012. León Panetta, secretario de defensa USA, manifiesta que hay muchas posibilidades de que Israel ataque, aunque no cree que las autoridades iraníes hayan decidido aún sobre la fabricación de artefactos nucleares. -19-2- 2012 Irán cesa de suministrar petróleo a Francia y Reino Unido. -20-2-2012. China critica el cese de suministros. -24-2-2012. La CIA opina que Irán no ha hecho avances significativos en materia nuclear, y que está lejos de conseguir la bomba. -28-2-2012. Treinta y dos senadores  estadounidenses de ambos partidos  (de un total de 100)  presentan una resolución que urge intervenir en Irán.
-5-3-2012. Tras entrevistarse con  Obama, el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, declara que “no podemos esperar más tiempo” Este por su parte afirma que aún existen posibilidades de negociación, pero que “Estados Unidos siempre cubrirá las espaldas a Israel”
-6-3-2012. Catherine Ashton, en nombre de la Unión Europea, anuncia nueva ronda de negociaciones con el régimen de los ayatolás.
-Marzo 2012. Los tres candidatos favoritos en las primarias republicanas compiten en azuzar al presidente Obama en el camino de la guerra.

Por lo que se percibe que:

-Tanto el gobierno como la mayoría de la opinión pública de Israel apoya el ataque preventivo.
-Rusia se opone frontalmente a tal posibilidad.
-China e India, a pesar de que formalmente expresan reticencias, parecen resignadas.
-La Unión Europea está divida. El Reino Unido secundará la postura USA, sea cual fuere, mientras que el eje franco-alemán prefiere continuar por la vía de las sanciones.
- En USA se desarrolla una durísima confrontación entre el sector pro-israelí implantado sólidamente en la derecha republicana, en el Pentágono y  los medios de comunicación, y la facción demócrata más progresista instalada en la administración, el congreso y los sindicatos.
¿Y Obama? Por lo pronto ha conseguido una prórroga hasta julio para intentar un enésimo esfuerzo negociador que consiga evitar lo peor. En estos momentos, una escalada de los precios del petróleo es lo último que le conviene, pues podría poner en peligro su reelección. Por lo que el horizonte parece despejado al menos hasta el año que viene. Sin embargo, existen indicios preocupantes.
Uno de ellos: es el papel cada vez más relevante del comandante de la fuerza aérea Norton  Schwartz, pro belicista, en detrimento del jefe del estado mayor, Martin Dempsey, enfrentado a Netanyahu, y bestia negra del lobby judío- norteamericano.
Por otra parte, la declaración solemne de que “Estados Unidos siempre cubrirá las espaldas a Israel” liga de manera explícita el destino del propio Obama a la causa israelí, lo cual disminuye su capacidad de maniobra.
¿Se trata de aumentar la presión de cara a las negociaciones que se avecinan? Seguro.
USA se encuentra en año electoral, y si hay algo mutable son las declaraciones de un candidato en campaña..., pero un mandatario sabe que en asuntos de guerra, cada peldaño que se sube, cuesta mucho bajarlo..., y también que no se puede amagar indefinidamente...
El ataque a Irán es una suerte de Guadiana desde hace al menos una década. En varias ocasiones se ha pronosticado como inminente, y a la vista está que las predicciones han errado. ¿Por qué esta vez habría de ser diferente?
Es claro que el programa nuclear iraní ha progresado, pero más allá del debate de si ha traspasado alguna línea roja que lo haga irreversible, lo decisivo es que un anuncio tan dilatado otorga ventajas a la parte presuntamente atacada, posibilitando la toma de medidas defensivas que lo hagan técnicamente inviable. Siempre se puede escavar más hondo y dispersa las instalaciones en radios mayores. Muchos analistas coinciden en que se está llegando al punto límite en el que la operación podría ser efectiva. De ahí la premura israelí.

Y a todas estas..., ¿qué  pasa con el principal protagonista del asunto? ¿Qué pretende realmente el régimen iraní con su programa nuclear? Como todo el mundo sabe, siempre ha negado que su objetivo fuese bélico, y a día de hoy no existe ninguna prueba importante que refute tal afirmación. Pero Occidente e Israel no se fían. Esta desconfianza se ha trasmitido a la opinión pública mundial a través de la siguiente narración: en cuanto Irán consiga dos o tres armas nucleares, las instalara en sendos misiles y las lanzará sobre Tel Aví, provocando una respuesta del mismo calibre (Israel si tiene bombas atómicas) lo cual supondría una devastación de proporciones inimaginables. El mundo entero estaría en peligro y comenzaría un periodo de caos incontrolable.
Y la prueba de que estas son las intenciones iraníes, son las repetidas declaraciones de sus máximos dirigentes en el sentido de que Israel debe ser borrado del mapa.
Bien, cualquier analista serio sabe distinguir entre declaraciones para el consumo interno y las verdaderas intenciones de un político o mandatario. E Irán no es un país de suicidas dispuestos a inmolarse por vengar una causa palestina que ni siquiera toca sus fronteras.

Por lo que sus objetivos deben ser otros, y más modestos. ¿Afianzarse como potencia regional? Claro, como todo hijo de vecino que esté en condiciones de hacerlo (léase Arabia Saudí) Y en relación a su programa nuclear, lo más verosímil es lo apuntado por el propio secretario Panetta: una solución a la japonesa. Irán se dotaría de todos los elementos técnicos necesarios para obtener la bomba, pero sin llegar a fabricarla realmente.
Esto sería suficiente para conjurar el peligro de verse incluido el famoso eje del mal, dibujado por el anterior presidente norteamericano. Porque, propaganda aparte, lo cierto es que Irán ha vivido una década bajo amenaza directa,  y así lo siente y lo interpreta la mayoría de su población, incluidos los disidentes. El problema, el gran problema es que Israel no parece dispuesto a aceptar una convivencia semejante, por lo que existe el riesgo permanente de que adopte una decisión unilateral que arrastre a USA, y desencadene un conflicto de imprevisibles consecuencias.
Visto de esta manera, el compromiso público de Obama era inevitable, una forma de ganar tiempo, ya que en cierta medida está a merced de lo que decida el gobierno Israelí, y en el peor de los casos, lo único a su alcance sería fijar el día y la hora.

¿Qué consecuencias económicas acarrearía un ataque semejante? Lo primero que viene a la mente es aquella malhadada consigna de conmoción y pavor. El preció del petróleo se dispararía (se estima una subida entre 20 y 40 $ barril). Y todo en un momento en el que la económica mundial lucha por remontar un ciclo tenazmente adverso.
 Con China y los BRIC creciendo a menor ritmo, USA comenzando una recuperación todavía balbuceante,  la Zona Euro en recesión y luchando por estabilizar la crisis de deuda..., no es difícil de imaginar los estragos asociados.
Especialmente en esta última. Atendiendo a la máxima de que cada 10% de subida del precio del crudo supone una contracción del 0,25% del PIB mundial, supondría para la Zona Euro una previsión cercana al -2% del PIB para 2012.
En estas condiciones, ¿sería viable la ampliación del Mecanismo Europeo de Estabilidad? ¿Y el previsible segundo rescate a Portugal, y quizá un tercero a Grecia? ¿Se cumplirían los déficit acordados? ¿Y los eurobonos....? Mire como se mire, toda la arquitectura financiera tan laboriosamente diseñada para apartar a la Eurozona de las garras de los mercados se vería seriamente comprometida, y dependiendo de la extensión y duración del conflicto, el Euro podría descarrilar.

Por lo que habría que preguntarse...,  ¿es concebible que la administración Obama ponga en riesgo la reelección y la economía mundial (incluida la suya propia) para defender a Israel de una amenaza que el fondo se sabe inexistente?
Se trata en cierta medida de una pregunta trampa. Solo el hecho de formularla actúa como un talismán, pues las implicaciones son tales, que la opinión pública mundial cree, intuye, desea que la sangre no llegue al rio. Se hará ceder a los iraníes, a los israelíes, o ambos a la vez. Se llegará algún  compromiso que solucione o al menos posponga el conflicto. No puede ser de otra manera.
O quizá si.., desde luego sería un alivio evitarlo, pero dado el atronador sonido de tambores de guerra, conviene tener en cuenta otras hipótesis.

Desde los tiempos de Sun Tzu sabemos que en raras ocasiones se  inicia una guerra por un único motivo. Deben coincidir factores, intereses, circunstancias que convenzan al agresor  de que no tiene otra salida, y que el resultado final le será favorable.
En el caso iraní, no se puede obviar que se trata del cuarto exportador mundial de petróleo. Por lo que la reacción más evidente es imaginar que alguien (USA) quiere apropiarse o controlar sus reservas de crudo. El mismo argumento que muchos esgrimieron para explicar la invasión de Irak. Sin embargo, el tiempo ha pasado y se constata que ni USA ni UK, principales promotores de la guerra, han obtenido ventajas proporcionales al coste del conflicto. O de otra manera, no han conseguido nada sustancialmente diferente  de lo que hubiesen logrado negociando con Saddam Hussein en su momento. Si a esto unimos el hecho de que según las últimas previsiones, las necesidades de USA importar crudo disminuirán en la próxima década, el argumento petrolífero se debilita notablemente.
¿Entonces? Bueno..., hay algo mejor, mucho mejor que el petróleo...

 En 1944 se firmaron los acuerdos de Bretton Woods. Pese a la oposición de Keynes,  el Dólar USA adquirió el estatus de divisa de reserva e intercambio mundial. Esto suponía una evidente ventaja para la economía norteamericana, pues en manos de su banco central quedaba el control de flujo monetario mundial. Por su parte, se comprometía a mantener reservas de oro en la proporción 35$/onza que garantizaran las emisiones, de tal manera que poseer un billete de dólar equivalía a ser titular de una determinada cantidad de oro depositado en la reserva de USA.
Así estaban las cosas, hasta que en 1971 el presidente Nixon, acuciado por la impopular y carísima guerra de Vietnam, decidió auto liberar a la nación de la obligación de respaldar el Dólar con oro. Ahora, la Reserva Federal (FED) podía poner en circulación (o retirar) cuanto efectivo considerara conveniente.
Poco después, en 1975 tuvo lugar otro acuerdo decisivo. Por entonces, USA era exportador neto de crudo, y una economía notablemente proteccionista. A cambio de permitir el acceso a su mercado de la producción de los países de la OPEP, estos se comprometieron a realizartodas  sus operaciones exclusivamente en dólares.
La consecuencia fue un creciente flujo mundial de esta moneda, y que buena parte de ella no regresara jamás a USA. Y cuando  lo hacía, la mayoría se encauzaba hacía bonos y obligaciones del Tesoro. Esto en la práctica supone algo semejante a comprar gratis.
Supongamos que la FED emite un millón de dólares que pone a disposición de un banco comercial. Este a su vez lo presta a una empresa importadora, que lo utiliza para comprar 100 coches en Japón. El país asiático precisa de dólares para adquirir petróleo y otras materias primas denominadas en esta divisa. Pongamos que invierte el millón de dólares en petróleo nigeriano, que a su vez es invertido por el país africano en cobre chileno.
El resultado será que Japón ha cambiado coches por petróleo, Nigeria, petróleo por cobre y USA..., coches por..., mientras el millón de dólares no vuelva al país..., nada.
El asunto es desde luego más complejo, y se han de respetar ciertos equilibrios para que el mecanismo funcione, pero es indudable que cada dólar que circula fuera de USA supone una valor añadido al conjunto de la economía norteamericana.
Esto es igualmente cierto para cualquier otra moneda, por lo que en principio todas pretenden aumentar su área influencia. Es la llamada “guerra de divisas”, de  la cual el Dólar es el vencedor indiscutible.
Se estima (es imposible saberlo) que hay entre 3 y 5 veces más dólares circulando fuera que dentro del país.  Esto ha supuesto para la potencia americana una capacidad de financiación y endeudamiento muy superior, y cualitativamente diferente al resto de las economías del planeta. O de otra manera, desde hace casi 70 años el resto del mundo ha contribuido a la prosperidad de EEUU. Como decimos, la columna vertebral de esta estrategia es la obligatoriedad de que el comercio mundial de petróleo se realice exclusivamente en dólares... cosa cada vez más difícil.

-El 6 de noviembre de 2000, el régimen iraquí de Saddam Hussein, acosado por el embargo decretado tras la primera guerra del golfo, comenzó a vender su petróleo en euros. La situación se mantuvo hasta la invasión de 2003. La  “normalización” se produjo el 5 de junio del mismo año, al reanudarse la venta en dólares.

- En 1999 Irán hizo público que aceptaría euros por sus exportaciones. La medida era consecuencia de un embargo unilateral decretado por USA. Las transacciones comenzaron efectivamente en la primavera de 2003, como parte de un ambicioso proyecto destinado a crear en 2006 una Bolsa o mercado paralelo al regulado por IPE y NIMEX. El proyecto finalmente se aplazó hasta julio de 2011. A fecha de hoy, Irán opera en su propia Bolsa, en la rusa, y realiza operaciones de intercambio de crudo por oro y cereales.

-A lo largo de 2005,  Rusia vendió parte de su petróleo en Rublos, Euros y Oro.
El 10 de Mayo de 2006, Vladimir Putin anuncia oficialmente la apertura de una Bolsa de Petróleo y derivados en estas denominaciones. Por motivos nunca explicados, el proyecto fue abandonado apenas un mes después, regresando al patrón dólar.
Actualmente, los intercambios petrolíferos entre Rusia y China se realizan en las monedas respectivas.

-Recientemente, la rebelión anti-dólar ha llegado a Latinoamérica, con la puesta en marcha delSucre en la alianza ALBA, y varios acuerdos bilaterales entre China, Argentina y Brasil, con elyuan como protagonista.

Que uno de los  principales activos de la economía americana es su moneda, es cosa sabida de antiguo. Durante décadas, Occidente  admitió este privilegio a cambio de que USA se ocupase de contener/derrotar al archienemigo soviético. Pero en 1991, desaparecido el imperio del mal, y la cosa comenzó a no estar tan clara.
En 1999 se creó el euro, y en 2002 ya era una moneda de circulación general. ¿Qué ha supuesto para el dólar la aparición de un competidor semejante? Veamos algunos indicadores

                                                                           2002                     2012
                                                                   Dólar      Euro        Dólar      Euro         
 Derechos Especiales de Giro  (DEG)        45%       29%         41,9%    37,4 %
 Reservas mundiales de divisas:                 71%       19,8%      61,7 %   26 %
Transacciones diarias de divisas                 90%       28%         86%       40%
Transacciones comerciales                          58%       18%         53%       20%

Como se aprecia, en todos los apartados se registran cambios favorables al Euro, quizá el más significativo el de los DEG, ya que este índice se elabora atendiendo a un abanico de indicadores. Por su parte, el Dólar se mantiene fuerte en el movimiento de divisas, lo cual refleja su hegemonía en los apartados de gas, petróleo, alimentos y materias primas.

 Se puede concluir que la introducción de la moneda única ha supuesto una apreciable reducción de la demanda mundial de dólares, con el consiguiente degaste de la economía USA. Por lo que no tiene nada de extraño la soterrada animadversión de importantes sectores del capitalismo financiero anglosajón hacia la divisa europea.
   
 No ha sido solo el Euro el que ha cuestionado la hegemonía dólar. El Yuan chino también ha jugado su papel, aunque por no ser plenamente convertible, su extensión mundial ha sido relativamente limitada. Pero el peligro más importante es otro.

En agosto de 2011 el gobernador del Banco Popular de China, Zhou Xiaochuan, propuso crear una divisa de reserva multinacional como parte de la reforma del sistema monetario internacional, sumándose así a la petición de Rusia e India.
En Julio la propuesta fue discutida en las reuniones de G5 y el G8. En las sesiones, el presidente ruso Dmitry Medvedev, lucía en la solapa una pegatina de “la nueva moneda mundial” El secretario del Tesoro USA Tim Geithner, se había mostrado con anterioridad “muy abierto” a estudiar la propuesta.
En agosto se presentó ante la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo, un informe sobre la reforma del sistema financiero mundial, que incluía la creación de una nueva unidad de reserva e intercambio constituida por una cesta de las monedas más importantes del mundo.

Los posicionamientos hacia una nueva unidad monetaria que sustituya al Dólar vienen de antiguo, e indudablemente avanzan. El propio Yuan funciona en parte como una cesta, que incluye Dólar, Euro, Yen y Won surcoreano. El Sucre de la alianza ALBA  ha elaborado la suya propia, con monedas locales e internacionales.
Mención aparte merece el caso Libia-Dinar Oro. A lo largo del año anterior a su derrocamiento, el régimen de Gadafi consiguió apreciables avances en su empeño en crear  una zona económica africana, basada en una nueva moneda anclada en el metal precioso. Ya sabemos cómo termino el experimento.

En definitiva, desde cualquier punto de vista, la hegemonía del Dólar está amenazada. Y este si sería un motivo válido para iniciar una guerra, pues hay fundadas sospechas de que ya ha ocurrido con anterioridad. Lo que sigue es una hipótesis de las probables intenciones y estrategias que se esconden tras el posible ataque a Irán.

-El  objetivo final consistiría en forzar una profunda remodelación del entramado financiero mundial que posibilitase un nuevo ciclo expansivo.
-Para ello, se crearía una moneda o cesta de monedas mundial con el consiguiente organismo emisor-regulador, que podría ser el FMI u otros creados al efecto.
-Esto supondría el cierre temporal de los mercados financieros, una drástica reordenación de los mismos, de la deuda mundial y de los circuitos comerciales.
-El medio para conseguirlo consistiría en un aumento sustancial del precio del crudo provocado por un ataque y bloqueo militar a Irán, patrocinado por la rama más agresiva del capitalismo anglosajón, instalado principalmente en USA, UK, Australia, Canadá, Israel y Japón.
- El razonamiento subyacente a la operación sería más o menos así: bien, parece inevitable a medio plazo la creación de una moneda mundial..., pues capitaneemos el proceso, y hagámoslo en el momento y la forma que mejor convenga a nuestros intereses.
-El efecto inmediato sería el fortalecimiento de la divisa norteamericana porque, tal como ocurrió durante crack del 2008, su papel de moneda refugio se vería realzado.
-El Euro desaparecería, o quedaría seriamente mermado mediante ataques especulativos en un escenario de déficits estatales galopantes, por lo que a la hora de fijar el peso relativo de las diferentes divisas en la nueva cesta mundial, el Dólar (junto a la Libra y el Yen) coparía la mayor parte de la cuota asignada al bloque occidental.
-Para que la maniobra funcionase, sería imprescindible el acuerdo y la cooperación de China, que vería satisfecha una de sus grandes aspiraciones: desprenderse de la dependencia de la moneda norteamericana.
-En definitiva, se trataría de crear un lapsus de gran inestabilidad económica y política que favoreciese al Dólar y sus aliados, y presentar como urgente e inevitable la creación de una moneda mundial. Un nuevo reparto del poder global en toda regla, en el que Europa, Rusia e India serían los grandes perdedores.

Aunque para perdedores de verdad, los millones de ciudadanos de todo el mundo que se verían atrapados en una espiral de inflación, paro y recesión. A fecha de hoy, los hechos conocidos son compatibles con la hipótesis presentada. Y lo que da más miedo: es del tipo de las que manejan las miríadas de Think Tank conservadores del mundo anglosajón.

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