Reflexión
1.- "Lo que nace de la carne es carne, lo que nace del Espiritu es espíritu" le dijo una noche Jesús a su amigo Nicodemo. por eso, todo hombre está compuesto de carne, recibida de sus padres, y de espíritu recibido de Dios. La lucha ascética cristiana consiste precisamente en "espiritualizar" lo que es "carnal", pues todo lo material puede ser espiritualizado. El hombre puede con "la gracia de Dios", como dice la Oración de este día, llenar de espíritu la materia, puede empaparla de espiritualidad. Así lo reconocía San Pablo a los Corintios: "Sea que comáis, sea que bebáis, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús". Así, en el nombre del Señor, toda acción humana, por ínfima que sea, queda espiritualizada.
2.- Esa espiritualización de la carne y de sus obras no puede ser fruto de nuestras manos. Reconocemos que, como carne, nuestras obras son carnales. No podemos, pues, dar el salto de carnal a espiritual con nuestro esfuerzo. Eso es obra de Dios. Jesús nos lo dijo en el Evangelio: "Sin mí no podéis hacer nada". Por tanto esa transformación la produce la gracia de Dios. Por eso, en la Oración de este Jueves de Ceniza pedimos al Señor que "su gracia inspire, sostenga y acompañe nuestras obras",
3.- Pregúntate: ¿Me esfuerzo para que todo cuanto hago se empape de espiritualidad? ¿Hago todas las cosas en nombre de Jesús para así espiritualizarlas? ¿Qué obras voy a llenar de Cristo en el día de hoy?
Súplica
Señor Jesucristo, principio y fin de todas las cosas, mira mi incapacidad para transformar mi materialidad, para llenarla de Ti. Sabes cómo mi corazón tiende a lo que es contingente, pasajero y superfluo.
Envíame, Señor, el Don de la Fortaleza para que con su ayuda controle mi frágil voluntad y pueda así dejarme guiar por tus inspiraciones.
Sé, Tú, Jesús, el principio y el fin de todo cuanto pienso, digo y hago. Que todo mi ser esté ordenado a Ti.
Ayúdame, Jesús, en estos días de Ceniza, a llenar de Fe y gozo todo cuanto me rodea. Que todo sea para la gloria de tu santo Nombre.
Amén.
Envíame, Señor, el Don de la Fortaleza para que con su ayuda controle mi frágil voluntad y pueda así dejarme guiar por tus inspiraciones.
Sé, Tú, Jesús, el principio y el fin de todo cuanto pienso, digo y hago. Que todo mi ser esté ordenado a Ti.
Ayúdame, Jesús, en estos días de Ceniza, a llenar de Fe y gozo todo cuanto me rodea. Que todo sea para la gloria de tu santo Nombre.
Amén.
Jaculatoria
Que tu gracia, Señor, guíe mis pasos.
Reflexión Final
Fijaros en la frase:
Todo lo material puede ser espiritualizado
Es una frase de gran importancia. No es que lo material se puede convertir, transmutar en espíritu. Eso no es posible. Pero podemos encontrarle sentido espiritual a lo material que nos rodea, si tenemos a Jesús en nuestra mente todos los días y no sólo media hora a la semana. Aunque muchos ni eso.
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