viernes, 8 de abril de 2011

CUARTO VIERNES DE CUARESMA: SAN JOSÉ ESPOSO DE MARÍA

Dios todopoderoso que confiaste los primeros misterios de la salvación de los hombres a la fiel custodia de San José; haz que, por su intercesión, la Iglesia los conserve fielmente y los lleve a la plenitud en su misión salvadora. Amén.

Meditación

1.- Hay que ver como es Dios y cómo actúa. No deja de sorprendernos la forma en que el Señor lleva adelante susplanes. ¿A quien se le ocurriría poner "los misterios de la salvación de los hombres" en las manos de un joven carpintero sin cultura, riquezas ni poder? ¿Actuaríamos así los hombres? Sin embargo, Dios se fió de San José. El joven carpintero de Nazaret era justo y fiel. Y esa bondad de San José y su fidelidad le bastaron a Dios para poner sobre sus hombros esa carga enorme de la salvación de los hombres. José, sin conocer esos misterios, los aceptó voluntariamente y puso su persona al servicio de los planes de Dios. Leyendo la Sagrada Escritura nos damos cuenta de que San José no le pidió cuentas Dios, no hizo preguntas para ponderar si aceptar el plan divino o rechazarlo. Le bastó con saber que esa era la voluntad divina.

2.- La Iglesia, con los ojos puestos en la fidelidad de San José al plan de Dios, suplica al Padre que, todos los que formamos la Iglesia, sigamos el ejemplo del joven carpintero judío. Que aceptemos el plan de Dios sobre nosotros, aunque nos parezca pesado y difícil. No podemos excusarnos en nuestra debilidad e inutilidad. Dios puede hacer milagros con nuestra nada, como hizo San José.

Pregúntate: si colaboras superficialmente con el plan de Dios para ti, si lo aceptas, si por el contrario, lo rechazas.


Súplica

Señor Jesucristo, hijo putativo de José, Tú, siendo Dios, el Padre te puso en las manos callosas y humildes del joven carpintero de Nazaret para que él cuidara de ti. Vemos a Dios cuidado por el hombre. La criatura protegiendo al creador. Misterio insondable, que solamente puedo entender desde la humillación de tu encarnación.

Señor Jesús, contágiame la sencillez, la humildad y la docilidad de tu padre humano ante los designios misteriosos de Dios. Como Jesús fue justo y fiel al plan salvífico de Dios, así también yo quiero serle fiel de modo que, todo cuanto haga, sea para tu gloria y la salvación de los hombres. Que San José, tu padre humano, interceda por ti para que aceptes los planes de Dios sobre mí.

Amén.


Jaculatoria

San José, esposo de María, enséñame a ser fiel a Dios.

1 comentario:

Theo dijo...

HOla.JJosé enséñame a ser fiel a Dios.Gracias.