jueves, 14 de abril de 2011

JUEVES DE PASIÓN

Escucha nuestras súplicas, Señor, y mira con amor a los que han puesto su esperanza en tu misericordia; límpialos de todos sus pecados, para que perseveren en una vida santa y lleguen de este modo a heredar tus promesas. Amén

Meditación

1.- Vivir sin esperanza en un sinvivir. Vivir sin esperanza es vivir muriendo. La esperanza pone sentido a cuanto pensamos hacemos o decimos. La esperanza nos impide vivir aferrados al presente, sea cual sea. La esperanza carga nuestro corazón con un futuro humanamente incierto pero espiritualmente esperado, anhelado y confiado.

Quien vive en esperanza transforma la realidad adversa que afronta y abre su corazón a una meta que ahora no vemos pero sabemos que nos espera. Es una meta nuestra vivir imbuidos en la misericordia divina, entonces ese esperar nos saca de nuestra realidad pecadora y nos mete en el mar del corazón infinitamente misericordioso y comprensivo de Dios.

2.- Lo que hoy pedimos al Padre es que "nos mire con amor a los que ponemos nuestra esperanza en su misericordia". Entonces, ese "mirar con amor" quiere decir que sienta ternura ante nuestra lucha interior y fortalezca nuestro corazón y nuestra voluntad para no desistir en esa confianza en su divina misericordia.

Pregúntate: si vives de esperanza o, a veces, la desesperanza te vence. ¿Cuáles son los motivos para tus desánimos o desesperanzas?. ¿Pones tu vida y tu futuro en la divina misericordia?.


Súplica

Señor Jesucristo, meta de mi esperanza, cause de mi gozo y premio a mis desvelos, vuelve tus ojos misericordiosos a mi pobreza, a mis desánimos y a mis desesperanzas. Mira mi poca cosa, humana y espiritualmente hablando.

Confío en ti Señor Jesús, pues Tú eres el puerto de llegada de mi travesía por este mundo. Tú eres el faro que guía mi caminar hacia tu Corazón.

Revitaliza mi esperanza y confía en tu tierna e infinita misericordia. Que nada ni nadie arranque de mi espíritu el deseo de agarrarme a ti y de caminar apoyado en ti.

Quiero, Señor, dar sentido a cuanto hago, sufro y peno. Quiero que tu misericordia infunda confianza y valor en mi ánimo a la hora de afrontar las dificultades que la vida me presente.

Amén.


Jaculatoria

Señor en ti confío.

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