martes, 12 de abril de 2011

LUNES DE PASIÓN

Señor Dios nuestro, cuyo amor sin medida, nos enriquece con toda bendición, haz que, abandonando la corrupción del hombre viejo, nos preparemos, como hombres nuevos, a tomar parte en la gloria de tu reino. Amén

Meditación

1.- Jesús lo había dicho en el Evangelio: "A vino nuevo, odres nuevos" Marcos 2, 18-22). Echar vino nuevo en odres viejos es una tontería pues equivaldría a perder el vino y los odres. El vino nuevo es Jesús, es su Palabra, es su Misericordia sin límites. Los odres nuevos somos los hombres que acogemos y atesoramos esa fuerza divina. La novedad consiste en andar con un corazón nuevo, o sea, ser un hombre nuevo. Esto conlleva: rejuvenecer interiormente nuestra vida, no anclarnos en el pasado, ver las cosas y las personas con ojos de Pascua, vivir conforme a las prioridades de la fe, relativizar todo cuanto no sea absoluto, no dejarse atrapar por condicionamientos humanos, buscar afanosamente el proyecto de Dios.

2.- Le pedimos al Señor que nos ayude a renunciar a todo lo anterior, a no dejarnos atrapar por lo caduco, lo contingente. Solamente movidos por el amor sin medida de Dios lo graremos entrar en su reino como hombres totalmente nuevos.

Es necesario analizar nuestra vida para ver si seguimos siendo hombres viejos, odres viejos, corazones viejos.

Pregúntate: si eres un odre viejo o nuevo, de qué debes desprenderrte para entrar en la novedad de Dios, qué vas a hacer para vivir como hombre con un corazón nuevo.


Súplica

Señor Jesucristo, novedad de Dios Padre, tu Palabra y tu Vida son las fuentes de donde mana la vida nueva en el Espíritu. A esas fuentes quiero acudir para beber abundantemente de sus aguas de fidelidad a ti y a tu Espíritu.

Aleja de mí toda atadura al pasado, a cuanto huele a rancio en el amor y la esperanza, a todo lo que me ate y me esclavice, a todo cuanto me doblegue el corazón y que no seas Tú.

Quiero ser, Señor, un hombre nuevo, con ojos de Pascua en el corazón y la mente, que sepa ver mi propia realidad y la de los demás como lo ves Tú.

por tu amor infinito y sin límites infunde en mi corazón el deseo de ser un hombre nuevo que basa su vida en ti y en tu amor.

Amén.


Jaculatoria

Dame, Señor, un corazón nuevo.

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