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sábado, 14 de julio de 2012

TESTIMONIO DEL INFIERNO

Este vídeo es bueno. Tiene 2 partes, una con una voz robotizada que lee el testimonio de un sacerdote que es declarado muerto y es llevado por su ángel a ver el infierno, el purgatorio y el cielo. Después tenemos un vídeo antiguo del P. Lorig, que explica el sacramento de la confesión, haciendo muchos gestos, pero transmitiendo ideas muy precisas e importantes.

Primero: Dios perdona cualquier pecado cometido cualquier número e veces. Esto parece un chollo, pero tiene una contrapartida.

Segundo: La contrapartida es pedir perdón estando verdaderamente arrepentido. Esto puede parecer fácil, pero es muy difícil. Las personas, sobretodo las de mas edad que han perseverado en el pecado, son hombres viejos que ya no tienen fuerzas ni para pedir perdón.

Tercero: El perdón viene de la Iglesia y de sus sacerdotes en el sacramento de la confesión. Eso de "yo me confieso con Dios y no le digo mis pecados a un cura..." es un tremendo error.

Cuarto: El cielo es eterno, y el infierno, también.



sábado, 21 de febrero de 2009

El pecado es la Muerte



Un cura predicaba a sus feligreses y les hablaba de lo que pesan los pecados. Entonces, un joven (un cachondo mental) exclamó:-¿Que quiere decir con el peso del pecado?. Yo no lo siento — Cuanto pesa? Veinte kilos, cien kilos?
-Digame -le pregunto el cura-,
si usted pusiera un peso de cien kilos sobre el pecho de un hombre muerto, -Lo sentiría el??
–No, ya que esta muerto -Contesto el joven.
El cura prosiguió: -Pues bien, el hombre que no siente el peso del pecado
esta espiritualmente MUERTO.
Esta pequeña historia es el resumen de lo que me ha acontecido estos días. He pecado sin sentir el peso de esos pecados y hoy han caído sobre mí con todo su peso. Al menos puedo decir que no estaba muerto. Sin duda algún alma resplandeciente ha orado por mí y he revivido. Gracias.
Recordad lo que dice el Salmo 80:
Pero mi pueblo no escuchó mi voz,
Israel no quiso obedecer:
los entregué a su corazón obstinado,
para que anduviesen según sus antojos.