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sábado, 23 de febrero de 2013

SIN EMBARGO NO SE MUEVE


Sin Embargo No Se Mueve (Edición 1)


Sin embargo no se mueve, es el título del libro que estoy leyendo (devorando) ahora mismo. Sus autores son dos matemáticos y astrónomos católicos, español y croata, respectivamente. Ambos profesores universitarios enseñando en universidades españolas. Proponen / rescatan / rehabilitan, y yo que me alegro, la teoría geocéntrica.

Toda una sesión imprescindible y urgente de desprogramación cerebral que lamentablemente sufrimos. Lo recomiendo. Por que como dicen los mismos autores en su obra...


"Hay en este mundo dos ciudades antagónicas, Escribía San Agustín, una la carnal fundada en el amor de si mismo, y otra, la espiritual fundada en el amor de Dios. Cada una tiene su propio modo de vivir y su finalidad. La primera buscar el gozo en este mundo, no así la segunda. La primera se Gloria de sí mismo, en sus propias potencias, en sus logros, en sus conquistas, y en el dominio de las criaturas. 

La segunda si se Gloria en algo es en conocer y comprender al señor, y en practicar el derecho y la justicia medio de la tierra. Las dos ciudades pueden consistir mezcladas, aunque en algunos tiempos destaca netamente una sobre otra.  

Es evidente que los tiempos que nos ha correspondido vivir impera la carnal, compuesta por el diablo y todas las potencias del mal guerreando incansablemente para destruir a la otra. En su numerosísimo ejército ondea una bandera con el lema "Revolución anticristiana", sus armas son las herejías y cismas, el engaño sistemático, la infiltración en toda institución civil y religiosa, la perversión de la moral, las costumbres, favoreciendo la impiedad, el materialismo, las modas indecentes, la pornografía, y promoviendo todo pensamiento, filosofía, ciencia y arte corrompidos, una cultura de la muerte, y un adoctrinamiento ideológico en los foros del saber.

Quien crea que la ciencia ha estado libre de esta guerra se equivoca. Es de todos conocidos que hoy en el arte, por ejemplo, se exhiben por las obras grotescas, espantosas, sarcásticas, incluso sacrílegas, bajo apariencia de arte. Lo que debería ser la expresión de la belleza ha sido muchas veces trasmutada en burla, exaltación de lo deforme y de la indecencia. Asimismo, en la física hoy se presentan espacios de Einstein, espacio De Sitter, universos en expansión, universos en contracción, universos vibrando, universos múltiples surgiendo del vacío. Lo que debería ser una custodia de la verdad obtenida desde principios ciertos y perfectamente comprobados, ha sido convertida la fabricación de hipótesis ficticias, jamás comprobadas."

El libro se puede comprar aquí: 



lunes, 28 de mayo de 2012

ARGUMENTO A FAVOR DE LA EXISTENCIA DE DIOS

Acabo de inventarme un argumento a favor de la existencia de Dios. Debo estar convirtiéndome en teólogo y yo sin saberlo.

Cómo todas las grandes ideas que tengo, me vino la inspiración por la mañana, en la ducha. No sé que tendrá esa hora y ese sitio, pero es el momento del día y el lugar donde se me ocurren cosas o soluciones a problemas a los que les estoy dando vueltas.

Seguramente que lo que se me ha ocurrido es una tontería, ya está inventado y puede inducir a la carcajada. Yo le he dado alguna vuelta a la idea, y creo que merece la pena. Lógicamente esto no demuestra definitivamente la existencia de Dios, por eso me he negado a llamarlo prueba. Diré solamente que es un argumento a favor. Algo que solamente suma, aporta, contribuye a otros argumentos o ideas expuestas a lo largo de los siglos.

Creer en Dios es una gracia, como bien saben todos los teólogos. Se puede pedir a Dios que aumente nuestra fe, pero al final es algo que se tiene o no se tiene. Los argumentos o pruebas que los teólogos han inventado durante dos mil años, sin duda pueden reforzar la fe, pero en ningún momento pueden sustituirla. Esto se resume en que a un buen creyente no le hacen falta mas argumentos que su Fe, y a un ateo, por muchos argumentos y pruebas que se le den, siempre encontraré fallo en ellos y nunca le parecerán suficientes.

Veamos, en el universo conocido y hasta donde alcanza el conocimiento científico (y es mucho alcanzar), no se puede afirmar que ninguna cosa en el mundo ha sido creada. Es decir, no se puede aplicar el verbo crear propiamente dicho a nada que exista en el universo.

Esto es un hecho incontestable. Los creyentes en fenómenos paranormales pueden contra-argumentar con las psicorragias, pero este tipo de fenómenos cae fuera del ámbito del conocimiento científico. Además no harían mas que trasladar el problema a un supuesto ámbito (el mas allá) que sólo es una conjetura.

Todos los procesos físicos y químicos en el universo conocido, son transformaciones. El verbo crear se utiliza impropiamente como un sinónimo de transformar. De hecho esta primera parte del argumento es una ley física: el binomio materia-energía se conserva en un sistema cerrado, y el universo lo es hasta donde alcanzan los telescopios (y alcanzan mucho).

De hecho podría pensarse, y yo así lo creí, que esta primera parte del argumento era una buena idea para los ateos. Si no vemos nada verdaderamente creado, es que la creación no existe, podría pensarse. Pero no hay duda que que el universo conocido ha salido de algún sitio. Si suponemos que ha sido creado de la nada, eso solamente puede haberlo hecho Dios, porque es el único ente al que se le puede atribuir el verbo crear propiamente dicho. Y el universo esta aquí, lo vemos, lo tocamos, no es un invento ni un sueño. Y nadie DENTRO de este universo puede crear nada, sólo transformar. Luego o el universo no ha sido creado de la nada, o ha sido creado por Dios.

Sigamos. Se puede argumentar contra esto que el universo ha sido "creado", pero no de la nada. Este es el argumento principal de los científicos ateos y positivistas como Stephen Hawking o Roger Penrose. En sus libros "ciclos de tiempo" o "el gran diseño", estos autores afirman de forma muy especulativa y por supuesto sin pruebas concluyentes que el universo no ha sido creado de la nada sino que forma parte de un proceso.

Pero no esto no invalida mi argumento. Simplemente lo traslada. Si el universo conocido ha surgido como el resultado de un proceso, entonces ha sido transformado, y volvemos al principio. Habría que explicar quien ha creado de la nada el proceso de transformaciones de unos universos en otros, por supuesto, explicar todo esto de forma convincente, y suponer, que o bien, el ciclo de transformaciones obedece a ulteriores procesos desconocidos, o bien ha sido creado de la nada. Y vuelta a empezar y así ad infinitum. Con lo cual o el universo ha sido creado de la nada por Dios, o hay que tragar con una serie de procesos desconocidos, especulativos y sin fin donde el universo se autoperpetúa, lo cual está muy bien para los hinduístas, pero no para las personas inteligentes. Hay un cuento muy majo de como explica un monje indio este problema, otro día lo contaré.

Insisto. Esto no es una "demostración", pero creo que es un buen argumento, uno mas que apoya la existencia de un Dios creador. Se admiten otros puntos de vista y/o razonamientos.

ahora sólo me falta encontrar un nombre en latín para mi argumento.






domingo, 29 de mayo de 2011

UN CIENTÍFICO

Georges Lemaître

Resumen biográfico extraído de Internet:


"Nació en Charleroi. A la edad de 17 años entró en la Universidad de Lovaina y estudió ingeniería civil. Después de servir como voluntario en el ejército belga durante la Primera Guerra Mundial, empezó a estudiar física y matemáticas. Recibió su doctorado en 1920 y ese mismo año ingresó en el Seminario de Malinas. En 1923 fue ordenado sacerdote."


La teoría del Big-Bang

Este científico fue el artífice de la teoría del Big-Bang. Desarrolló sus ideas a partir de la llamada hipótesis del átomo primitivo. 
Era la primera vez que un científico proponía un origen histórico del universo. Esto, y su condición de sacerdote le restó apoyos en la comunidad científica, especialmente de Albert Einstein. Sin embargo Einstein reconoció el genio de Lemaître en la siguiente anécdota:

En 1933 Albert Einstein dio una serie de clases en la Fundación Universitaria de Bruselas. Cuando un colega le preguntó si le habían comprendido bien todos los oyentes, respondió: "El profesor De Donder quizás, el canónigo Lemaître sin duda, los demás creo que no".

Lemaître trabajó en la teoría del big-bang hasta que consiguió una explicación teórica del universo en expansión, y la publicó en un artículo de 1927. Pero, aunque ese artículo era correcto y estaba de acuerdo con los datos obtenidos por los astrofísicos de vanguardia en aquellos años, no tuvo por el momento ningún impacto especial, a pesar de que Lemaître fue a hablar de ese tema, personalmente, con Einstein en 1927 y con De Sitter en 1928: ninguno de los dos le hizo caso.

Qué cosas oye, así que el gran científico que descubrió la teoría del big-bang, no era inglés, sino belga, no era ateo, sino católico, y además cura.

El simple hecho de ver a un sacerdote católico metiéndose en cuestiones científicas parecía sugerir una intromisión de los eclesiásticos en terreno ajeno. Y si ese sacerdote proponía, además, que el universo tenía un origen histórico, la presunta intromisión parecía confirmarse: se trataba de un sacerdote que quería meter en la ciencia la creación divina. Pero los trabajos científicos de Lemaître eran serios, y finalmente todos los científicos, Einstein incluido, lo reconocieron y le otorgaron todo tipo de honores.

Lemaître jamás intentó explotar la ciencia en beneficio de la religión. Estaba convencido de que ciencia y religión son dos caminos diferentes y complementarios que convergen en la verdad. Al cabo de los años, declaraba en una entrevista concedida al New York Times: "Yo me interesaba por la verdad desde el punto de vista de la salvación y desde el punto de vista de la certeza científica. Me parecía que los dos caminos conducen a la verdad, y decidí seguir ambos. Nada en mi vida profesional, ni en lo que he encontrado en la ciencia y en la religión, me ha inducido jamás a cambiar de opinión".

He aquí un científico de verdad, de los pies a la cabeza. Que ha hecho descubrimientos y no como otros que escriben libros de historietas. Un científico, que a pesar de ser sacerdote, separa absolutamente razón y fe, ciencia y religión. Y no como otros que se dedican a insultar a los que tenemos fe, a meterse a teólogos sin saber, y salir en los periódicos para incrementar la publicidad sobre sus obras.

El mundo está lleno de científicos metidos a teólogos, teólogos metidos a ateos, y ateos que, previa indignación, hacen el trabajo de kale-borroka para las élites que los controlan. Qué peste.

domingo, 17 de octubre de 2010

EL PRINCIPIO ANTROPICO

Este post dedicado al principio antrópico, cierra una serie dedicada a la relación entre ciencia y religión.

En el post titulado: “la creación del universo” vimos cómo se concluye que la ciencia física es impotente para explicar la creación.

En “La esfera transpsíquica” aprendimos que existe base psicológica que demuestra que la trascendencia existe, es decir que no todo es materia como dicen los científicos positivistas.

Para finalizar explicaremos el escurridizo concepto de principio antrópico. Es un concepto aparentemente simple, pero tiene muchas implicaciones y cuánto mas se profundiza en él, más vemos el poder de éste importante concepto.


UN MISTERIO NO RESUELTO POR LA CIENCIA

Partimos de un hecho científico que es absolutamente misterioso. Y es el siguiente:

En el universo que vemos, con las leyes que conocemos existen 19 constantes de la naturaleza absolutamente arbitrarias. Esas constantes, son números que no están predichos por ninguna teoría conocida. Son “números mágicos” que están ahí. Se han calculado por medio de la experimentación. No derivan de ningún planteamiento previo. Ni siquiera del big bang.

Esto es algo totalmente insatisfactorio para la ciencia.

Albert Einstein fué el primer científico de importancia que abordó este problema. Llegó a la conclusión de que esos números habían sido fijados por Dios (en cualquier caso, por “alguien”).

En los años 70 del siglo XX, un científico llamado Brandon Carter (colaborador de Stephen Hawking) introdujo el concepto de principio antrópico con el fin de intentar dar una explicación a ese misterio.








PRINCIPIO ANTRÓPICO DÉBIL

Los valores observados de todas la constantes de la naturaleza no son equiprobables. sino que deben ser compatibles con el hecho de que existen lugares del Universo donde se ha podido desarrollar la vida basada en el carbono y el hecho de que el Universo sea suficientemente antiguo como para que esto haya ocurrido.

PRINCIPIO ANTRÓPICO FUERTE

El Universo debe tener unas propiedades que permitan a la vida desarrollarse en algún momento de su historia (Cogito, ergo mundos talis est)

PRINCIPIO ANTRÓPICO FINAL

Un modo de procesamiento inteligente de la información debe llegar a existir en el Universo y, una vez que aparece, nunca desaparecerá.




El principio antrópico se llama así porque otorga un lugar central a la existencia del hombre en el universo. Este principio ha generado muchas controversias científicas y filosóficas. Hay muchos sabios a favor y otros en contra.

Posteriormente, en 1983, Brandon Carter haría extensivo el carácter central de la humanidad a cualquier inteligencia extraterrestre. Hemos de dejar constancia, que hasta la fecha no hay evidencia de civilización extraterrestre alguna.

No es de extrañar que el inquietante movimiento ateo se ha posicionado siempre furibundamente en contra de esta idea. Poner al hombre como centro del Universo, tiene muchas implicaciones, y ellos lo saben.

El principio antrópico fuerte (SAP) es un argumento teleológico (esto quiere decir que el universo ha sido creado y dirigido con un propósito concreto) de la existencia central de la humanidad. Brandon Carter sabía que generaría muchas controversias, pero tenía razones científicas para proponerlo.






JUSTIFICACIÓN DEL PRINCIPIO ANTRÓPICO

2) Ajuste muy preciso de las constantes de la naturaleza
3) El valor extremadamente pequeño pero no nulo de la constante cosmológica.

Estos argumentos que justifican el empleo del principio antrópico, son complejos de explicar en un blog (y de entender). Baste decir que el último de ellos ha hecho que muchos científicos adopten el principio antrópico para explicar cosas que no tienen otra explicación.





CONCLUSIÓN

El principio antrópico es un elemento políticamente incorrecto que ha llegado para quedarse. Sus implicaciones son:

1) La vida inteligente tuvo necesariamente que surgir (no es una casualidad como dicen los ateos).

2) La vida inteligente tiene un carácter central en el universo tal y como lo vemos (no es una de tantas por ahí perdida como dicen los ateos).

3) Da base científica al argumento teleológico de la existencia de Dios (la 5ª via de Santo Tomás de Aquino)

“Camina mejor, quien va mirando las estrellas” (Lope de Vega)


El principio antropico                                                                                                                            




FUENTES:

La historia definitiva del infinito, de Richard Morris, ed. Sqn
Lo grande, lo pequeño y la mente humna, de Roger Penrose, ed. Malcom Longair
Carter, B., The anthropic principle and its implications for biological evolution. Phil. Trans. R. Soc., 1983.
Bell, J.S: On the Einstein-Poldolsky-Rosen paradox
Leslie, J., The Anthropic Principle Today, in Final Causality in Nature and Human Affairs, R. Hassing, Editor. 1996, Catholic University Press: Washington, DC
Wikipedia.
Internet

viernes, 8 de octubre de 2010

LA ESFERA TRANSPSÍQUICA


En el post anterior vimos que la Física es impotente para adquirir conocimiento fuera del ámbito de la Física. Parece de Perogrullo, pero había que explicarlo porque algunos “científicos” creen que ésta ciencia sirve para sostener los despropósitos del nuevo ateísmo.

Ahora me pregunto si es posible ir mas allá. Si la física, -y el resto de las ciencias naturales-, no nos sirven para estudiar nada que no sea natural; ¿cómo podemos abordar aquello que es sobrenatural?. ¿Existe alguna manera de conocer algo de ese otro lado sin caer en la superchería, en la magia o en el esoterismo?.

Para ello veamos una  Clasificación de la fenomenología extraña:

            -fenómenos paranormales o PSI
            -experiencias místicas y religiosas incluídos los milagros
            -alteraciones del espacio-tiempo y la materia (violación de las leyes físicas)

Hay que decir también, que para nosotros, -los creyentes-, los fenómenos extraños son de dos tipos:

Sobrenaturales: Procedentes de Dios
Preternaturales: Procedentes del diablo.



CARL GUSTAV JUNG

Jung, un psiquiatra, estudió este problema, veamos una pequeña biografía:

CARL GUSTAV JUNG: Psiquiatra y psicoanalista, discípulo de FREUD,  Catedrático de Psiquiatría de la Universidad Tecnológica de Zúrich, padre de la Psicología Analítica, creador de la Teoría del Inconsciente Colectivo. Aunque al principio negaba la realidad de los fenómenos PSI al considerarlos como “efectos exteriorizados de complejos inconscientes”, posteriormente a través de experiencias personales admitió la posibilidad “de una realidad transpsíquica inmediatamente subyacente a la mente”. Colocaría las bases para una interpretación espiritualista del hombre y su naturaleza transcendental.



SINCRONICIDAD

Jung define el término Sincronicidad: una aparición simultánea de dos o más factores unidos por la significación y sin relación causal alguna entre sí; sería, por lo tanto, una coincidencia significativa.  En otras palabras, una sincronicidad es una especie de casualidad inexplicable, pero no obstante real.



Jung se inspiró, para crear el término sincronicidad, en Schopenhäuer, y más concretamente en su tratado “La intencionalidad aparente en el destino del individuo”.

El propósito de Jung, fue dar una base científica a los fenómenos paranormales, apoyándose en el concepto de sincronicidad descrito en una monografía titulada: Sincronicidad como principio de conexiones acausales.

Jung no escatimó rigor científico en sus conclusiones y antes de publicarlas tuvo cuidado de conversar con el propio Einstein. Incluso, el físico Wolfgang Pauli llegó a ayudarle personalmente a través de intercambios de ideas. En la formulación de Jung, la tríada clásica de la Física (espacio, tiempo y causalidad) debería ser completada con la inserción de un cuarto principio: la sincronicidad.


CONEXIÓN ENTRE LOS PROCESOS FÍSICOS Y PSICOLÓGICOS

Después de diversos intercambios de opiniones con W. Pauli, quien aceptaba los argumentos psicológicos de Jung, ambos llegaron a la conclusión de que la causalidad (o conexión constante a través de causa y efecto) sería para la sincronicidad (o conexión inconstante a través de la contingencia o de la equivalencia o significación) así como una cierta energía indestructible; sería para un continuum espacio-temporal.


Jung afirma que habría, por lo tanto, una correspondencia de la teoría psicológica y de la física. La teoría de la física da explicaciones concretas, y la psicológica daría una equivalencia entre causalidad y sincronicidad, debido a factores a los cuales Jung llama Arquetipos. Estos se unirían a la causalidad, debido a que están dotados de transgresividad (capacidad de transgredir o alterar).

Ello se debe a que los arquetipos no se encuentran exclusivamente “en la esfera psíquica, sino que pueden presentarse también en circunstancias no psíquicas (equivalencia de un proceso físico con un proceso psíquico)”. Esta unión o equivalencia causalidad-sincronicidad sería contingente a la determinación causal, es decir, la sincronicidad acontecería debido a una situación causal, pero unida a ella por una ley que no es causal.

Los arquetipos, de esta forma, serían el fundamento de la probabilidad psíquica.





La dificultad en la comprensión de la Ley de la Sincronicidad reside sobre todo en la tendencia unilateral del hombre moderno occidental en suponer todo concepto contenido en una relación causa-efecto de su propio modelo científico.  


Fuentes:

Sobre sincronicidad, conferencia pronunciada en los encuentros Eranos
Svmma daemoniaca, J.A. Fortea
Exorcística. J.A. Fortea
Daemoniacum, J.A. Fortea
Viajando en el tiempo. Jenny Randles
Wikipedia (para los datos biográficos y bibliográficos)

martes, 28 de septiembre de 2010

LA CREACIÓN DEL UNIVERSO

Volvemos al tema del origen del universo. De si el universo tuvo un creador o siempre existió, o surgió por generación espontánea. Ahora está de moda expulsar a Dios del universo y prostituir a la ciencia física para que, actuando cual bálsamo de fierabrás, de soporte a ideas descabelladas.

Pero para centrar conceptos, vamos a acercarnos a una pregunta básica: ¿Es posible la auto-creación del universo?. Vamos intentar responder al clásico ¿De dónde venimos?. Para ello debemos acercarnos a los límites de la ciencia.



Tres conceptos básicos: El Espacio, el tiempo y el vacío

En efecto, los que sostienen el nacimiento espontáneo del universo usan ideas que recuerdan al espacio y tiempo absolutos de Newton. Modernas teorías dicen que la materia primitiva del universo habría surgido a partir de estructuras espacio-temporales (o sea estructuras geométricas), y que estas estructuras pudieron aparecer a partir de fluctuaciones del vacío cuántico.

Convenimos pues en atribuir una cierta realidad a las estructuras espacio-temporales. Esto estaría avalado por la relatividad general de Einstein, que predica una cierta geometrización de la Física. Pero las realidades físicas no se pueden reducir a matemáticas, que es sólo un instrumento.

Einstein sustituyó las fuerzas por la curvatura del espacio-tiempo; se trata de una estrategia matemática poderosa y legítima, pero que nada tiene que ver con la reducción de la Física a la Geometría ni con la existencia de espacio-tiempo sin materia.




Por otra parte, el vacío que estudia la Física no tiene relación alguna con la nada. Designa el estado en que se encuentra una zona del espacio después de extraer de ella la materia en estado sólido, líquido o gaseoso, y las radiaciones. Si bien el progreso técnico permite obtener vacíos cada vez más perfectos, lo que se logra no es la nada en sentido absoluto. ¿Cómo podría lograrse? La nada no existe. Esto es obvio. Es un falso-concepto que, además, no tiene lugar en la Física, ya que no puede relacionarse de ninguna manera con experimentos. En efecto, existen distintos tipos de vacío, según las teorías y métodos empleados; se habla, por ejemplo, del vacío clásico y del vacío cuántico. Atribuir realidad al concepto de nada sólo se ha visto en el libro “La historia interminable”.




Un proyecto de teoría: La gravedad cuántica

El presunto nacimiento espontáneo del universo se explicaría mediante una teoría aún inexistente: la gravedad cuántica. Se trata de una de las teorías más difíciles de la Física actual. Intenta hacer compatible la relatividad general de Einstein, que es una teoría de la gravedad, con la Física cuántica. Muchos físcos de renombre han intentado hacer progresos en ella, pero sin éxito. Existen propuestas interesantes que permiten ver por dónde pueden dirigirse las investigaciones, pero poco más. Propiamente no ha alcanzado todavía una formulación rigurosa. O sea, la teoría propiamente dicha, no existe.

En cualquier caso, aunque la gravedad cuántica llegue a formularse de modo satisfactorio, se tratará de una teoría física que, como sucede con cualquier otra teoría de la ciencia experimental, sólo se referirá a las transformaciones de algo en algo (esto es un concepto fundamental en ciencias experimentales). La creación a partir de la nada seguirá siendo un problema metafísico, es decir, mas allá de la física.




Conclusión: Impotencia de la Física para explicar la creación

En definitiva, la presunta explicación científica de la creación del universo se basa en dos extrapolaciones ilegítimas.

En primer lugar, se pretende extraer de la Física algo que esta ciencia, por su propio método, es incapaz de suministrar, puesto que sus resultados sólo pueden tener relevancia empírica si existe algún procedimiento para relacionarlas con experimentos reales o posibles, y esto no es posible cuando se consideramos el problema del origen absoluto del universo a partir de la nada.

En segundo lugar, el método seguido para obtener esas imposibles conclusiones consiste en atribuir a las teorías físicas sobre el espacio, el tiempo, la materia, la energía y el vacío un sentido metafísico que no poseen, ya que tales ideas han de ser definidas en Física apoyándose en teorías matemáticas y hechos experimentales, por lo cual necesariamente se refieren a entidades o propiedades o procesos físicos, y de ningún modo pueden aplicarse a un evento como la creación a partir de la nada que, por su propia naturaleza, no es un proceso que relaciona un estado físico con otro estado también físico. Es decir, de la físca se puede pasar a la física a través de leyes físcas, pero no salirse de sus límites, que definen a ésta ciencia experimental.



No puede sorprender que tales extrapolaciones ilegítimas conduzcan a dificultades y a tecnicismos aparentemente profundos, que permitan disimular las contradicciones conceptuales.


FUENTES:
Scripta Theologica
Grupo Ciencia, Fe y Razón
Wikipedia

miércoles, 22 de septiembre de 2010

DE PRIMERO: ATEOS

Durante mi estancia en las islas afortunadas, he tenido tiempo de leer algún libro, y uno de ellos lo traigo aquí. “El camino del ateo” de Eric Maisel. Está escrito por un ateo “profesional”. 

Pienso que hay que conocer al oponente, para derrotarlo con eficacia. Tras la lectura de éste libro, la tarea es mas fácil de lo que pensaba.

El autor afirma que: “Es ateo desde siempre”. Siguiendo una especie de “fe del carbonero atea”, nos dice que:

“El camino del ateo empieza con la idea de que la evolución explica lo que es usted”

Estamos pues ante la sustitución de una Fe por otra. La teoría de la evolución es eso: una teoría que no está demostrada al cien por cien en absoluto.



Así pues, según el autor, la columna vertebral de su creencia atea sería una Fe ciega en el darwinismo. Por otra parte, el señor Eric se dice seguidor de las tradiciones: laica, humanista, científica, librepensadora, escéptica, racionalista y existencial. Yo soy católico y también, científico, humanista y racionalista en las cosas que están al alcance de la razón. 

Veremos cómo estos caballeretes se apropian como cacos de los conceptos de pensamiento racional y científico, como si los creyentes estuviéramos incapacitados para ejercerlo.

Pero este pequeño filósofo tampoco se priva de insultar a los que creemos en Dios. Así se puede leer:

“Durante toda mi vida he sentido que todo lo relacionado con Dios es una práctica humana horrible.”

“Si usted actualmente cree podría dejar atrás muchos disparates. Si su cerebro recurre a la religión, debe ignorar las monstruosas contradicciones, tragarse sus dudas y sonreír ante afirmaciones ridículas.”


Es notable como veremos más tarde, que la mayoría de los que se dicen ateos además de insultones tienen una admiración casi insana por la ciencia. Pero, paradójicamente casi ninguno tiene ninguna titulación científica, ni siquiera conocimientos sólidos de ciencia a nivel de divulgación. Hablan de lo que no saben.

Tras encomendarse a la santa doctrina de la evolución, el señor Eric, nos descubre el plato fuerte de la teología atea: El problema existencial. Traducido al castellano, suscribir a conciencia el ateísmo con todas sus consecuencias, supone un impacto psicológico que conduce a la depresión:



Las consecuencias morales del ateísmo, son su refutación más elocuente. 

Sin Dios no hay vida futura, no hay legislador supremo, no hay nada que pueda dominar en la conciencia del hombre; la moral es una ilusión; la virtud una bella mentira; el vicio un amable proscrito a quien conviene rehabilitar.

En tal caso, las relaciones entre marido y mujer, entre padres e hijos, entre hermanos, entre amigos, son simples hechos naturales que no tienen ningún valor en el orden moral. La obligación es una palabra sin sentido, cuando no hay quien pueda obligar: y faltando Dios, no hay nada superior al hombre

Así desaparecen todos los deberes, se rompen todos los vínculos domésticos y sociales; solo debemos atender a los impulsos de la naturaleza sensible, huyendo del dolor y buscando los placeres.



Y éste monaguillo del ateísmo propone la solución: (redoble de tambores)

“Estamos a las puertas de comprender una brillante idea: que cada vida puede tener sentido. Soy yo quien decide lo que me hará sentir honrado y feliz. Anunciándose a sí mismo sus intenciones, se encamina en una dirección brillante: la dirección de su propia creación.”

Tachán. Acabáramos. Bien pudiera ser esta “brillante idea” el dogma de Juan Palomo: yo me lo guiso, yo me lo como. Y sólo hago una pregunta, si soy yo quien decide lo que está bien y lo que me hace feliz, que pasa si yo soy Jack el destripador?, o Hitler?.

EL libro no da para mucho mas. Es una sucesión de ideas filosóficas de bombero torero. Viene bien leerlo para conocer la tristeza de una vida que se refleja en la mirada del autor.



Como casuística de antiguos creyentes convertidos al ateísmo, el autor hace unas semblanzas de personas, que casi se autocomentan por su tristeza y patetismo:


Marcia:

“Lo que sigue siendo duro es la falta de comunidad y el no disponer de una iglesia hay un hueco en mi vida en ese punto, y ningún grupo de amigos con intereses compartidos llena ese hueco.”

Y yo añado: ese hueco no lo rellenarás nunca.


Robert:

“Siempre me he considerado un pensador y un defensor de la ciencia. Mi visión mundial del cristianismo se desmoronó lentamente, la gota que colmó el vaso fue el autodidactismo en la ciencia.”

Otro “científico” de todo a cien. ¿visión mundial?, ¿autodidactismo?. Perplejo estoy.


Barbara:

“Tenía doce años cuando dejé de creer. En mi caso, lo que precipitó el cambio fue leer un libro sobre ovnis y discutir sobre moléculas que se autorreplicaban. Siempre había estado muy interesada en asuntos científicos.”

Sí señora. Los ovnis. Una razón muy poderosa. Y las moléculas, claro. Y se te olvida el rayo de la muerte.


Alan:

“Me convertí al budismo al final de mi adolescencia. Por aquel entonces ya bebía mucho. Mi familia estaba plagada de alcohólicos. Nuestro maestro budista tenía fama de manosear a las mujeres.”

(Sin comentarios)


Janet:

“Mi madre creía en un Dios, pero no veía razón alguna para ir a la iglesia. Creía que podía rezar o rendir culto en su propio hogar y a su propia manera. Estaba abierta al concepto de telepatía o de una forma que tenían los muertos de quedarse en el mundo. Saber sobre la evolución hizo que las cosas cambiaran. Haber leído a dawkins hizo que todo encajara.”

Ya salió el sumo sacerdote Dawkins. Janet, te falta Drácula y el hombre lobo para tener a los tres tenores de la imaginería atea


Laura:

“Es difícil dejar de creer cuando allá donde miramos esté lleno de historias sobrenaturales. Escepticismo, pensamiento crítico, la ciencia y ahora pertenezco a un grupo humanista secular local, asisto a sus reuniones y actualizo su web.”

O sea, Laura, que tu corazón te dice a voces lo equivocada que estás y tú, sustituyes a una iglesia por otra. Penoso. Y dale que te pego con la ciencia.



Quiero finalizar con las palabras de nuestro Señor Jesucristo Salvador y Redentor del Mundo:


“Yo soy el Camino, la Resurrección y la Vida.”
“Yo soy la luz del mundo, el que a mí viene no andará más en tinieblas”
“Pedid y se os dará;
llamad y se os abrirá;
buscad y hallaréis;
porque quien pide, recibe;
quien busca, halla;
y a quien llama se le abrirá.”



Y yo que sólo soy un pobre pecador os aseguro, que busqué y hallé, llamé y me recibieron, pedí y se me dio con creces y a cambio de nada.




miércoles, 8 de septiembre de 2010

UNA DE ATEOS...MARCHANDO




Parece que el señor Stephen Hawking ha decretado desde su trono motorizado que Dios no existe a mayor gloria de las ventas de su nuevo libro “The Grand Design”. 

Hawking renuncia así a sus opiniones anteriores expresadas en su obra ´Una Breve Historia del Tiempo´, en la que sugería que no había incompatibilidad entre la existencia de un Dios creador y la comprensión científica del universo.

Extraño sucesor en la cátedra Lucasiana de Matemáticas de, nada menos, que Isaac Newton, el fundador de la física clásica, insigne matemático y estudioso de la Biblia. Stephen Hawking no siempre estuvo en contra de Dios, y en su momento, hace muchos años, hasta fue recibido por el Papa.

Me parece chocante que este buen hombre que contribuyó en gran medida a la teoría del “Big-Bang” y al que no se le conoce una publicación científica de calidad en los últimos 30 años diga ahora esto.

Porque, para los que no entiendan mucho de ésta materia, les voy a contar una cosita:

La teoría del Big-Bang una vez leída y comprendida, y vistas las pruebas experimentales a su favor, que son abrumadoras, encierra una gran verdad en ella…y es que hubo una creación. Hubo un principio. El Big-Bang no fue una explosión dentro del espacio y el tiempo. El Bing-Bang creó el espacio y el tiempo. Y esto Hawking lo sabe. Y si hubo una creación del espacio, el tiempo y la luz (sí, sí hubo un momento en que “se hizo la luz” cuando los átomos devinieron a vibrar en la región óptica, que cosas, oye). Y sí hubo una creación “de la nada”, esto suena mucho a Dios Todopoderoso, y claro, esto no puede ser para estos ateos.

He aquí algunas opiniones de científicos sobre el tema:

El premio nobel Christian de Duve afirma que la teoría de que el mundo es eterno, inventada por Fred Hoyl, demostró ser falsa y tuvo razón su maestro Lemaitre al descubrir la teoría del "Big Bang", la explosión que dio origen al universo.

El profesor belga Michel Ghins cree que la teoría de "los universos múltiples" fue ideada para escapar a la hipótesis de que Dios creó nuestro mundo.
Para el profesor italiano Evandro Agazzi, el azar no explica la existencia del mundo. Los que creen explicarlo todo a partir de alguna ciencia positiva caen en una "actitud reduccionista anticientífica".

El profesor de Boston Thomas Glick cree que estos fundamentalistas del materialismo se fabrican una especie de religión o metafísica, "pero nadie confunde esto con ciencia".

En opinión del investigador holandés Cees Dekker "el método de la ciencia por si mismo no es cristiano ni es ateo. Ciencia y religión no están en conflicto. Y la ciencia en sí misma encaja muy bien con la visión cristiana del mundo".


Hay otro ateo en aquellas islas llamado Dawking que aprovechando la próxima visita del Papa, van a dar por saco lo que puedan en un alarde de tolerancia, democracia y respeto a la libertad de pensamiento y religión.



Así esta graciosa pareja, Hawking y Dawking o Dawking y Hawking, el ateo de toda la vida, y el ateo sobrevenido en las postrimerías de su muy triste existencia han cruzado sus caminos.

Lo que es cierto es que el movimiento ateo, que tiene mucho de tonto, está creciendo y envenenando a muchos jóvenes. No es un movimiento intelectual, que es lo que nos quieren vender. Es la kale-borroka del nuevo orden mundial que la masonería lucha por imponer a la fuerza. Seguiremos tratando de éste tema.

Pero ¿Quiénes son los ateos?, ¿Quiénes han sido ateos “ilustres” o conocidos en el mundo?. No me resisto a hacer una pequeña labor de investigación, y ponerle cara al ateísmo. Aquí van las fotos de un pequeño elenco de ateos famosos. No están todos los que son, pero son todos los que están.