martes, 28 de abril de 2009

El Apocalipsis

Se acerca el dia en que Irán va a recibir un severo castigo. Pienso que no acabará este año sin que Israel -el pueblo de Dios-, ataque a ese Satán que amenaza a todo Occidente.

Debemos estar con Israel, que nuevamente hará el trabajo duro que por cobardía aquí no apoyamos.

Desde este blog mi pequeña contribución a que el ejército de Yahvéh salga victorioso.










Salmo 3 - CONFIANZA EN MEDIO DE LA ANGUSTIA.

Señor, cuántos son mis enemigos,
cuántos se levantan contra mí;
cuántos dicen de mí:
«ya no lo protege Dios.»

Pero tú, Señor, eres mi escudo y mi gloria,
tú mantienes alta mi cabeza.
Si grito invocando al Señor,
él me escucha desde su monte santo.

Puedo acostarme y dormir y despertar:
el Señor me sostiene. 
No temeré al pueblo innumerable
que acampa a mi alrededor.

Levántate, Señor;
sálvame, Dios mío: 
tú golpeaste a mis enemigos en la mejilla,
rompiste los dientes de los malvados.

De ti, Señor, viene la salvación
y la bendición sobre tu pueblo. 



He encontrado un blog excelente sobre el Ejército de Israel:

domingo, 12 de abril de 2009

Una bonita historia



He encontrado esta bella historia navegando por ahí:
Hace un año, en Pascua de Resurrección, era bautizado Damián, un hombre de 40 años, que habia realizado su correspondiente catecumenado. Cuando nació, sus padres eran unos progresistas del sesenta y ocho unidos por lo civil, no lo bautizaron, ni había tomado la primera comunión.
Damián creció con la España de la Transición, donde todas situaciones como la suya fueron habituales y, además, consideradas como un favor a la persona. Cuando alcanzó la mayoría de edad, se unió a una amiga civilmente, compañera de estudios de la facultad. Acabaron la carrera y se marcharon a dar clases de inglés, tras ganar sus oposiciones, a un instituto de enseñanza secundaria obligatoria.
Todo les iba bien, hasta que un fatal accidente de tráfico mandó a los padres de Damián al más allá. Cuando el padre estaba en el hospital manteniendo un hálito débil de vida le dijo a su hijo que procurara buscar su felicidad de una manera menos materialista de como él habia vivido. Al principio aquel hijo no entendió el mensaje.
Más tarde, llegó a comprenderlo todo. Una tarde estaba en casa corrigiendo exámenes. Cristina, su pareja, habia salido a realizar unas compras. Llamaron al timbre, Damián abrió y eran dos mujeres de la Legión de Maria, enviadas por la parroquia que realizaban el censo parroquial de feligreses. Les dejó pasar y contestó a las preguntas elementales de la ficha censal. Él estaba picado por la razón que movía a aquellas dos personas a dedicarse a este asunto de forma voluntaria. En el transcurso de la conversación una de las legionarias de María le informó que ella estaba allí, porque sabía que Dios se lo pedía como una consecuencia lógica de su compromiso con el Señor y el prójimo. Todo era un lenguaje ininteligible para Damián.
Tras aquella visita, Damián comenzó a pisar la iglesia. Entraba timidamente y hablaba con aquella “caja dorada” que veía en el centro del altar. En un momento determinado, sintió la necesidad de dialogar con el sacerdote de aquella feligresía. Tras varias encuentros entre ambos, nació una sinceridad amistad entre ellos. Cristina, la compañera de Damián, le exigió explicaciones a los cambios que se habían operado en él, quien se las presentó sobre la mesa; pero ella al no aceptarlas, tomó la rápida decisión de abandonar aquella casa y al hombre al que había querido hasta ese momento.
Viendose solo, Damián pidió a su amigo el cura poder entrar en el proceso de catecumenado para la recepción de los sacramentos de la iniciación cristiana. Así fue y desde hace un año Damián es un cristiano comprometido, y pasea con una chica que es miembro del grupo de liturgia de la parroquia.
Y ahora vienen unas preguntas que me hago en voz alta:
¿Qué hubiera ocurrido si Damián muere antes de su conversión?. ¿Cuántas veces puede morir un hombre a lo largo de 40 años?. ¿Dónde están ahora sus padres?. ¿Qué opinión os merece la tal Cristina (que deshonra al bello nombre que tiene)?
¿No queda demostrado con este ejemplo que la conversión es una gracia? ¿Qué pensáis de la cultura progre? ¿de la "fidelidad" de Cristina?.
Sea bienvenido nuestro nuevo hermano Damián. Fijaros lo que le ha costado su conversión. Para empezar el "matrimonio". Probablemente las amistades y seguro que algo de soledad y mucho de incomprensión. ¿Cuánto hemos pagado nosotros por nuestra conversión?. Algunos la hemos recibido gratis. Todo a cambio de nada. Pero al igual que nosotros -los cristianos- Damián ya nunca estará solo y siempre, siempre será feliz.