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martes, 11 de diciembre de 2012

RETIRO ESPIRITUAL 2012

He regresado hace un par de semanas del retiro espiritual que suelo hacer todos los años en la última semana de noviembre.

Todo buen cristiano debería hacer uno de éstos una vez al año. He tenido la fortuna de encontrar una casa de retiro en Riaza (Segovia) regentada por el Opus Dei, y debo decir que es una maravilla de orden, organización y atención a las personas que allí nos reunimos.

Este es el tercer año que hago el curso de retiro espiritual, y es el primero en que voy a poner las meditaciones en el canal de ivoox. Cuando las subí a ivoox, iban a 320 kbps pero ivoox vuelve a comprimir. Yo las he escuchado desde el propio canal, y se oyen bastante bien. 

Están tomadas con la grabadora de un iphone con lo cual el sonido no es perfecto. Les he hecho un par de filtrajes con el adobe audition, y creo que han ganado bastante.

En cualquier caso, se recomiendan oir estas meditaciones con cascos, en la tranquilidad de nuestra habitación y a ser posible con los ojos cerrados y/o a oscuras, para centrar la atención en los mensajes que allí se exponen. Acordaos de las palabras de Jesucristo cuando se le preguntaba cómo se debía orar. Él dijo, entra en tu cuarto, cierra la puerta y háblale a tu Padre.

Pues bien, para eso sirven éstas meditaciones. Sirven para orar, para reflexionar, para aclarar dudas, para señalar caminos, en definitiva, para reactivar el espíritu, que muchas veces se adormece porque estamos sumergidos en los problemas del mundo.

Y precisamente, para tomar distancia con el mundo, el entorno de Riaza es excelente, no sólo para los propósitos espirituales, sino para desconectar, quitar el estres. No hay cobertura, no hay internet, no hay tv ni radio. Se exige silencio. Una maravilla. Lo recomiendo a todo el mundo. Ver las fotos que hice de los paisajes y paseos en el entorno de la casa de retiro.

Otra cosa, observar la cruz de la foto y leer la inscripción.Cada vez que se besa la cruz son 500 días de purgatorio menos. Por otra parte, los cursos de retiro conllevan la ganancia de indulgencia plenaria en las debidas condiciones, esto es; oración por las intenciones del papa, confesión y comulgar y hacer un acto de aborrecimiento del pecado.

Cómo escribió San Josemaría, Que busques a Cristo, Que encuentres a cristo, Que ames a Cristo.

















jueves, 12 de abril de 2012

REVELACIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO


Dice Nuestro Señor Jesucristo:

En la soledad, que no es soledad sino la llenura de la Palabra de Mi Padre,
Me retiré a Comulgar con la Voluntad del que me envió.

En esa Comunión en una Sola Voluntad, todo dejo de ser presente en la Omnipotencia Creadora,  cuanto fue, es y será se conjugó en uno solo y fusionó  la historia de la humanidad.

Desde el inicio de la creación, hasta el último instante de todos los tiempos.
Getsemaní, fue centro y desenlace. En él se plasmó por sí solo el acontecimiento de la humanidad en general.

Los Míos me olvidaron, como en este instante. Prometieron velar y su humanidad les venció como ahora. Cuando me arrestaron reaccionaron con disgusto, pero luego me negaron como ahora, para no correr Mi misma suerte. Temieron de momento al martirio, al arresto, a la acusación, a la crítica y se escondieron; como ahora.

Les venció la incertidumbre, la inseguridad, y Mis enseñanzas quedaron en un suspiro cuando el temor ante el poder del hombre, les llevó a dejarme Solo, como ahora.

En su correr afanoso por alejarse de Mi, olvidaron cubrir su rostro y al ser reconocidos buscaron con que cubrirse, como se cubren con los fanatismos, los razonamientos ilógicos, las falsas doctrinas, la fe falsa, la palabra engañosa, y sobre todo el deseo de conocerlo todo, y encajonarlo en una mente cerrada, andrajosa y putrefacta, a la cual no se satisface jamás.

Otros desaparecen temblando entre las esquinas de la falsa seguridad de una habitación, con la lumbrera apagada…. ah… en ese instante no le temieron a la oscuridad, sino se sentían protegidos por ella. COMO AHORA, como lo harán en un instante.

Y, YO, mirando cuanto sucedía. Habían olvidado que el Hijo del Padre conoce el fondo del alma y les Miro por dentro.

De que se escondían, a qué lugar no podría llegar Mi Amor en busca de los Míos?
Que oscuridad, sería tan densa para opacar la Luz de Mi Amor?

Oh Corazón Mío, que sangró  por anticipado.

Mis ojos miraron de cerca a los que me rodearon, Mi Amor les llamó, y en cada palabra que proferían, en Mi Corazón como un trueno sentí el padecer por el temor y la traición, de los que Me amaban.

De cerca, UNO, uno de entre los que Me seguían, Uno que Me acompaño.
Uno en el que miré el rostro de todas las criaturas elegidas por Mí, y que perseverarían en Mi Voluntad. Como ahora. “JUAN”

Mi Madre, cubierta por el dolor, desfigurada por el dolor. Mujer de fe; no Me abandonó ni aun cuando violentamente la separaban de Mí. El seno que me cargo por nueve meses, me acunaba camino al Calvario, y Su Amor me embargaba de Su fuerza, de Su Sí a la palabra del Ángel, de Su obediencia aún sin entender ni tener seguridades, Ella la Mujer que en este instante nuestra Trinidad engalana y le da el firmamento por Manto, para que toda criatura comprenda que, no solo la tierra sino el  firmamento se postra al Paso de Mi Madre.

Mis fieles, mis fieles fueron dados a luz en Mi Madre.

Mis fieles, a los que al igual que a Juan convoco, convoco, a caminar al ritmo de Mi Corazón. Sin detenerse, ya que, el que se detiene queda en el camino.

No esperen meter el dedo en Mi llaga, COMO AHORA.

Porque Ahora puede ser tarde, por eso deben venir en este instante y responder al llamado, permitiéndose responder, en este instante que no escapó de Getsemaní, y en el que sé, seré dejado por algunos que ahora dicen Amarme.

Jueves Santo.
3.42 pm.
JESÚS A LUZ DE MARÍA.

domingo, 18 de marzo de 2012

MEDITACIÓN SEGUNDA: LA CRUZ

Era un hombre joven, lleno de vida, guapo, un conquistador con las mujeres, listo y con dinero. Lo tenía absolutamente todo o, al menos, eso parecía. Era de esos que muchas veces miramos con muchísima envidia, porque es el mejor futbolista, con una cartera repleta de dinero y una agenda llena de chicas dispuestas a morir por él. Aquel chaval era un triunfador. Estudiaba en la universidad, como muchos de nosostros hacemos o hemos hecho. Era fundamentalmente, un tipo normal; eso sí, con algo de suerte.

Fue un día, en medio de su éxito y de su aparente bienestar, cuando al volver a casa se encontró a Ignacio, un sacerdote vasco que le conocía muy bien. Imagino que hablarían de mil cosas y, después de ver el estilo de vida que llevaba aquel muchacho, el bueno del padre Ignacio le dijo, citando el evangelio. "Javier, ¿de qué te sirve ganar el mundo entero si pierdes tu alma?".

Aquella consideración cambió el corazón de ese joven llamado Francisco de Javier. Entendió que "lo que se necesita para conseguir la felicidad no es una vida cómoda, sino un corazón enamorado".

Piénsalo delante de Dios. ¿Por qué a veces estás triste? ¿Te das cuenta de que te falta algo?. Quizá las cosas, en realidad, no van tan bien como quisieras y eso te genera tristeza.

Fuera como fuere, pregúntate delante de Dios: ¿de qué sirve ganar el mundo entero si pierdes tu alma?.

Francisco Javier se hizo sacerdote, y así es como entendió muy bien que el amor de Dios e slo que mas llena el corazón del hombre. En aquél siglo XVI había gran entusiasmo por llevar el Evangelio a América, pero aquel joven decidió ir a predicar a tierras aún mas lejanas: a las indias orientales.

Había hecho muy buenos amigos entre aquellos primeros seguidores de san Ignacio de Loyola. Sabían muy bien lo que era la amistad verdadera. Se querían un montón, como se quieren los buenos amigos, sin crítica, con sinceridad. hablaban micho, que es lo que tiene ser amigo y ser joven, y se llenaban de entusiasmo: hablaban de China y de Japón, de donde venían exploradores trayendo tesoros exóticos. Hablaban de lo grande que era el mundo y lo pequeño que era su amor. Tenían ilusión. Ahora sí, los horizontes de su mundo eran grandes, pacíficos y maravillosos.. Cuántas esperanzas del Joven Francisco.

Y porque el mundo se le quedaba pequeño se hizo a la mar para ir a tierras lejanas a predicar el Evangelio. No entendía cómo había gente que fuera capaz de vivir sin conocer a Jesucristo. Ser amigo de Jesús le parecía una alegría tan grande que tenía que compartirla por todo el mundo.

Dicen que se metió en una cajita el nombre de sus amigos. Sabía que no volvería a verlos pero lo hacía por el amor de Dios.

Pregúntaselo a san Francisco Javier. ¿qué llevas dentro para sacrificar tu propia vida, tus amistades, tus amores? ¿Tan importan te era para ti Jesucristo? ¿Que veías en El? Y sobretodo, si Francisco era capaz de querer así a Dios, ¿por qué yo no?.

En la India bautizaba hasta tres mil personas en un día, y su sueño era llegar a China. No pudo cumplirlo, pero murió cerca, viendo ya la costa de aquel gran país.

Seguro que san Francisco de javier tuvo que soportar muchísimas dificultades: hambre, pobreza, naufragios, desnudez, traiciones, ataques, heridas, mordeduras de animales, mosquitos horribles...Y de todo se reponía, y todo lo ofrecía: "a mayor gloria de Dios".

Quizá a nosotros no se nos piden tales heroicidades. Basta con que repases delante de Dios cómo lleva tu cruz de cada día. El evangelista Lucas es claro: de cada día. Otros no lo dicen: Luca sí. Porque quiere subrayar que el amor a Dios, como cualquier amor no es fruto de un entusiasmo momentáneo.

San Francisco Javier un día dijo: ¡basta de comodidad! ¡mas amor a mi vida!, y luego hubo de renovarlo una y mil veces hasta dar su vida por Cristo.

¿Y nosotros? ¿Y tú? Son necesarias las dos cosas: ¡quiero tomar tu cruz Jesús mío! y hacerlo cada día.

Es momento, quizá también para que repases tu lista de mortificaciones que hiciste ayer, porque eso es también tu Cruz de cada día. Y reconoce delante del Señor que, igual, ha pasado sólo un día de Cuaresma...y tu lucha ya ha disminuido. Si es así, renuévala delante de El en este último rato de oración.

martes, 23 de agosto de 2011

RETIRO ESPIRITUAL: MEDITACIÓN 8


Retomo aquí, tras unas largas vacaciones, las meditaciones que grabé en un retiro espiritual de la Obra, al que asisto todos los años en el mes de noviembre. El texto es un resumen. La meditación en realidad es mas larga. He procurado incluir las ideas que me parecen mas importantes. La meditación anterior está en:





Señor mío y Dios mío, creo firmemente que estás aquí. Que me ves, que me oyes., te adoro con profunda reverencia. Pido perdón por mis pecados y gracia para hacer con fruto este rato de oración. Madre mía inmaculada, San José mi padre y señor, ángel de mi guarda, interceded por mí.

Una de las glorias del cielo es contemplar a Nuestro Señor en su humanidad santísima y poder ver sus llagas, en agradecimiento a lo que ha hecho por nosotros. El se encarnó, se hizo hombre, no por un tiempo como nosotros, resucitaremos el ultimo dia y nos reconoceremos en el cielo.

¿Por que ahora no vemos a jesus?. Dice san Josemaría: “son nuestras miserias las que nos impiden ver a Jesús y nos presentan su figura opaca y contrahecha”. Cuando no vemos, necesitamos ir a la luz. Y Cristo dijo: “yo soy la luz del mundo”. En eso consiste la vida del cristiano, en decir: “señor quiero ver tu rostro”. Cuantas veces al contemplar al señor en la cruz, nos entran ganas de decir: bájate de la cruz, señor, ahora me toca a mi. ¿De qué sirve mi vida?, para qué sirve mi vida sino para entregarla como hizo Jesús.

Cristo da la vida a cambio de mi salvación, es un admirable intercambio. Somos pecadores, pero Dios nos quiere porque somos malos, no porque somos buenos. Que sería de nosotros si Dios sólo buscara a los perfectos. Nuestro pecado, nuestra enfermedad y nuestra muerte, están en la Cruz, con Jesús. Debemos comprometernos para corresponder a este amor. Tú, ¿Qué has hecho por cristo?. Jesús nos amó hasta el extremo. Y, ¿donde está ese extremo?, en el infinito. No hay extremo.

Le pedimos a jesús como hizo Salomón, que nos dé un corazón sabio, un corazón que escuche, un corazón que sepa que es lo realmente importante. Piensa cual va a ser tu respuesta a dios. Benedicto XVI en una de sus homilías decía: “comprométete con Dios”. No des a Dios lo que te sobra. No le dediques tu tiempo cuando no tienes nada que hacer. Dale la oportunidad a Dios de que te quiera mas, se generoso.

Cuando el pecado se presente como algo atractivo, incluso en el ejercicio de la libertad personal, piensa que el mal es un espejismo. Que existe una esclavitud del pecado, de los sentidos, la vanidad, la soberbia. “Quien quiera venir en pos de mi que se niegue a si mismo”: los caprichos, el sibaritismo, la vida fácil, “ten cuidado”, “no arriegues..”.

El miedo, el egoísmo. Tenemos miedo a sufrir ¿verdad que si?, al menor sufrimiento buscamos compensaciones inmediatas. Pero, estar con la Cruz, es estar con cristo. La liberación está en la entrega, en la dedicación a los demás, en gastar nuestra vida para los otros.

Un intelectual alemán entró en una crisis intelectual y abrazó la fe católica porque le presenta un dios cercano, un dios herido, que ha tenido que luchar y que ha perdido. Hay que atreverse al compromiso. No te reserves, toma decisiones de entrega. Hazte un plan de vida espiritual. Cuando murió Juan Pablo II, el cardenal Ratzinger quería jubilarse, ir a su pueblo a leer y tocar el piano, y ahí lo tienes, un ancianito que vio que Dios lo necesitaba y lo está dando todo. No seas cómodo, pregunta si puedes ser útil a las obras de dios, pasa a la acción. Pregúntate qué puedes hacer por Cristo, por la Iglesia. Dios dará el ciento por uno en la tierra y la vida eterna en el cielo. Tú encontrarás la verdadera felicidad y el sentido de tu vida.
Te doy gracias Dios mío por los buenos propósitos, afectos e inspiraciones, que me has comunicado en esta meditación, te pido ayuda para ponerla por obra. Madre mía inmaculada, San José mi padre y señor, ángel de mi guarda, interceded por mí.

sábado, 16 de abril de 2011

DOMINGO DE RAMOS

Dios todopoderoso y eterno, tú quisiste que nuestro Salvador se hiciese hombre y muriese en la cruz, para mostrar al género humano el ejemplo de una vida sumisa a tu voluntad; concédenos que las enseñanzas de su pasión nos sirvan de testimonio, y que un día participemos en su gloriasa resurrección. Amén

Meditación

1.- Jesucristo, con su obediencia redimió al mundo, dice el concilio Vaticano II. No fueron su crucifixión ni su sangre ni su muerte eterna perdonándonos nuestros pecados. Fué su obediencia a la voluntad del Padre que lo envió al mundo a salvarnos de nuestra propia naturaleza. Vivir sumisos a la voluntad divina, supone anteponer el queres de Dios a nuestros deseos, quereres y gustos. Nuestra voluntad, como la de Cristo, tiene que estar sometida a Dios.

Cristo nos dio el ejemplo de una vida sumisa a la voluntad divina. Nos toca a nosotros imitar esa actitud de sumisión de Jesús. Someterse a la voluntad ajena ni es fácil ni nos gusta. Someterse a la voluntad de Dios nos resulta ardua pues casi nunca la conocemos ni la entendemos. Sin embargo, esa ha de ser nuestra actitud. Suplicar al Señor nos haga ver lo que desea de nosotros, y la fuerza necesaria para llevarlo a cumplimiento. Vivir sumiso a Dios es el camino apostólico mas certero. Santa Teresa decía: "Vuestra soy, para vos nací, ¿qué mandáis hacer de mí?". Esa es la actitud correcta de todo cristiano, como fue la de Jesucristo.

Pregúntate: si tu vida está sometida a la voluntad divina; si tu actitud es como la de Santa Teresa; si vives sumiso al Señor.


Súplica

Señor Jesucristo, Tú aceptaste voluntariamente someterte a la voluntad del Padre abrazando la pasión y la muerte de cruz para librarnos del pecado y de la muerte eterna, mira mi voluntad rebelde y sométela a la tuya.

Me diste, Señor Jesús, un ejemplo de sumisión amorosa al Padre y de entrega salvadora a los hombres. Convertiste tu obediencia a Dios, tu Padre, en la causa de nuestra redención.

Gracias, Señor, por haberte humillado, por haberte sometido a una muerte cruenta por mi salvación.

Concédeme la gracia de imitar tu actitud sumisa, y haz que también yo sepa aceptar la voluntad divina en todas las cosas y en ofrecer todos mis sufrimientos en favor de la salvación de los hombres.

Amén.


Jaculatoria

Hágase en mi tu voluntad, Señor.

SÁBADO DE PASIÓN

Señor, tú que realizas sin cesar la salvación de los hombres y concedes a tu pueblo, en los días de Cuaresma, gracias más abundantes, dígnate mirar con amor a tus elegidos y concede tu auxilio protector a los catecúmenos y a los bautizados. Amén

Meditación

1.- Los catecúmenos no suelen formar parte de nuestras preocupaciones espirituales. Son quienes se preparan para recibir el santo bautismo. Son cristianos de deseo pero no de hecho. Su camino de preparación ha de ir acompañado por la cercanía y la oración de los bautizados.

La Iglesia los tiene presentes en este día ante la inminencia de la Noche Santa de Pascua en que serán bautizados. Es por lo que deben sentirse acompañados por la oración unánime de la Iglesia. Desde hoy hasta el Sábado Santo han de estar en nuestro corazón y en nuestra oración.

Al Señor que, en Cuaresma concede gracias mas abundantes, le pedimos que se vuelque con los catecúmenos, que los ilumine el Espíritu Santo, que los llene de su gracia y los haga dignos hijos de Dios y miembros de la Iglesia. Es conveniente, en estos días santos, recordar que son miles y miles de personas que el Sábado Santo entrarán a formar parte de la Iglesia. Razón por la que les hemos de tener presentes en nuestras mortificaciones y oraciones.

Pregúntate: cómo los vas a tener presentes en tu vida. En qué momentos vas a interceder por ellos, si la conversión de los hombres a la fe de Cristo forma parte de tus prioridades cristianas.


Súplica

Señor Jesucristo, que no cesas de llamar a tu Iglesia a hombres de todos los pueblos, razas y condiciones, mira a los catecúmenos que en la noche santa de Pascua recibirán el bautismo.

Infunde en ellos tu Espíritu Santo, santificador de las almas, para que los transforme en imágenes tuyas. Que more siempre en sus corazones, que les abra el corazón al amor y al perdón divinos.

Y a mí, Señor, dame un corazón preocupado por la extensión de tu Reino; que la conversión de quienes te desconocen o te rechazan me mueva a interceder por ellos. Dame un corazón de apóstol como el tuyo.

Amén.


Jaculatoria

Dame, Señor, un corazón de apóstol.