sábado, 15 de mayo de 2010

La financiación de la Iglesia Católica





Es tiempo de hacer la declaración de la Renta. En una parte de esa declaración, se puede poner la X para financiación de la Iglesia Católica mediante una asignación tributaria y/o destinar dicha asignación a: “otros fines de interés social”.
Aunque los católicos tenemos claro donde poner la X, no está demás hacer un pequeño razonamiento para los que no lo son, o dudan.

En primer lugar,  España es cristiana. El cristianismo está tan intrínsecamente arraigado en nuestra sociedad que pretender su erradicación o su equiparación al resto de las confesiones es un ejercicio de falsa progresía de cara a la galería pero que carece del menor fundamento histórico.
La Historia de España, para bien y para mal, no se entiende en muchos de sus capítulos sin la clave de la Fe. Buena parte de sus instituciones y de sus manifestaciones culturales encuentran en ella su génesis y justificación. Eso por no hablar del calendario de festividades, si hiciéramos balance, debemos mucho más a la Fe católica que el esfuerzo que ella pide a día de hoy a los creyentes y a los que no lo son.


En segundo término, se trata de un ejercicio de coherencia personal. Porque, vamos a ver, esos mismos que despotrican de los obispos y de su afán diario por negar cualquier atisbo de progreso en la sociedad -afirmación sobre la que volveremos más adelante- son muchas veces los que hacen un uso arbitrario de los sacramentos (bautizos, bodas o comuniones, fundamentalmente) cuando les conviene o matarían por la Virgen del lugar que les es propio, que a Ella no se la toque nadie. Viva la Virgen del Rocío, la Blanca Paloma. Cuando se produce una utilización interesada de la fe o de cualquiera de sus manifestaciones, abuso sobre el que la Iglesia normalmente no se pronuncia, lo menos que pueden hacer los interfectos es colaborar económicamente a que tales actos y expresiones se sigan produciendo. Por mera dignidad.


Pero es que, además, resulta curioso cómo con la Iglesia se ha instaurado un nuevo esquema de juicio que escapa a lo normal. La reflexión sobre su acción se centra más en lo que dice que en lo que hace, en sus manifestaciones públicas que en la labor abnegada de muchas personas que simplemente tratan de construir, con mayor o menor éxito, un mundo mejor. Los conceptos Cáritas y pobres, se trata de sólo un ejemplo, están indisolublemente unidos. La cercanía a la labor diaria de esta institución desmonta mitos dogmáticos; acerca a mucha, demasiada, generosidad ejercida en las catacumbas del silencio y produce la satisfacción de ver que allá donde hay necesidad, está la Iglesia siempre sin mirar el carnet de identidad del necesitado, ni pedir contraprestación. No hay que olvidar que el ejemplo de Teresa de Calcuta descansaba sobre tres pilares: su fe, su tarea apostólica y la fidelidad a la Iglesia, siendo ésta última la característica de su Misión, no sé si conscientemente o no, más olvidada. No puede ser el rechazo a sus palabras lo que niegue el pan y la sal necesaria para la realización de su imprescindible labor.


Tercero y último, una afirmación bomba. Miren ustedes, yo creo sinceramente que la Iglesia es la institución más progresista que hay en el mundo actual. Pues bien, en la búsqueda de un uso responsable de la libertad individual y del bien social, la Iglesia está siendo mucho menos conservadora que aquellos que quieren deshumanizar la vida sobre la base de una existencia sin Dios, que, si no existiera, habría que inventarlo. Para muestra un botón: en 1980 había 36 millones más de niños que de jubilados en Europa, ahora el déficit es de 6. Eso sí, se produce un aborto cada 30 segundos. Voz que clama en el desierto. Lo mismo se podría decir en términos de estabilidad familiar, respeto por los mayores, refuerzo de la autoridad de padres y maestros o ausencia de manipulación educativa.

Hay un último apartado con el que termino, que seguro es una perogrullada, sí, pero de alcance. Con la Iglesia sé lo que financio y por qué lo financio. No rellenando la casilla a favor de la Iglesia Católica me expongo a la discrecionalidad del Gobierno, de cualquier gobierno, que no hará uso de mi cuota de generosidad teniendo en cuenta mis propios intereses sino mirando por aquellos a quienes conviene subvencionar, bien para que callen o para que griten más fuerte, tanto monta, monta tanto. Y eso, intelectualmente, resulta, en mi opinión, una renuncia absurda y una cesión demasiado generosa respecto a la prácticamente única parcela de decisión que, respecto al destino de nuestros tributos, podemos adoptar.




Algunas cifras
Atención religiosa a:
·         315.000 niños que reciben el Bautismo cada año.
·         Más de 120.000 parejas que se han casado por la Iglesia en este año.
·         10 millones de católicos que asisten a Misa cada domingo.
·         Cientos de miles de voluntarios que colaboran en acciones pastorales y/o son miembros activos de Asociaciones y Cofradías.
La Iglesia atiende también a:
·         Cerca de 1.400.000 niños que asisten a centros educativos de la Iglesia.
·         Más de 200.000 inmigrantes en distintos Servicios y Centros.
·         Los privados de libertad de 77 cárceles españolas.
·         Más de 50.000 niños y jóvenes de educación especial.
·         Más de 25.000 huérfanos.
·         Más de 57.000 ancianos.
La Iglesia trabaja a diario en:
·         Más de 200 centros hospitalarios, ambulatorios y dispensarios.
·         876 casas para ancianos, enfermos crónicos, inválidos y minusválidos.
·         Cerca de 900 orfanatos y centros para la tutela de la infancia.
·         Más de 300 guarderías.
·         365 centros especiales de educación o reeducación social.
·         144 centros de caridad y sociales y 300 consultorios y centros para la defensa de la vida y la familia.
·         147 países donde están cerca de 18.000 sacerdotes, religiosos, religiosas y seglares en misiones. 
Fuente http://www.elconfidencial.com/



5 comentarios:

Guerrera de la LUZ dijo...

MUY BUEN POST JUANJO.

Gracias, está perfectamente explicado. Sólo se entiende que no marquen la casilla de la Iglesia quienes padecen la enfermedad del odio irracional hacia ella porque todo el mundo sabe que la Iglesia hace las obras a las que no se dedica NADIE.

Besazo sabatino. Unidos en el Rosario bloguero.

Angelo dijo...

Creo haber entendido en algún artículo que ojeé hace unos días que cada vez son más los que marcan la X, conscientes de la labor social que logra llevar a cabo la Iglesia. Negarlo es los que caminan por esta vida con la venda en los ojos. Un abrazo

Boss dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Me parece tan justo como necesario. Ayudemos a que la Iglesia siga ayudando como nadie mas hace.

Un abrazo Juanjo. Os echo de menos. Snifff

eligelavida dijo...

Buena explicación. Ahora mismo, muchos católicos necesitan ser convencidos sobre este tema. Hay quien sigue creyendo que la Iglesia debe financiarse vendiendo algún cuadro del museo vaticano...