viernes, 11 de febrero de 2011

LIBERACIÓN DE MALDICIONES

QUÉ ES UNA MALDICIÓN

He estado estudiando este tema desde varios ángulos. Para un cristiano, las maldiciones existen. Tienen varias causas, pero una de ellas es el pecado. Los pecados producen maldiciones.

El concepto de maldición viene a ser parecido al karma de las religiones orientales. Sólo parecido. Como consecuencia del pecado, aunque éste sea perdonado, queda un resto, un influjo, una consecuencia que se transmite de generación en generación. Es decir, nuestros descendientes pagan las consecuencias de nuestros pecados.

Veamos cómo se justifica esto en el antiguo y nuevo Testamento.



UNA HISTORIA DEL REY DAVID

La Biblia dice que el rey David estaba paseándose por la terraza de su palacio, el cuál estaba ubicado en una colina en uno de los montes de Sión y podía mirar toda la ciudad y observar intimidades a tal punto, que vio una mujer que se estaba bañando.

David no pudo con esa atracción magnética que venía de la desnudez femenina, se olvidó de los salmos que él escribía. Como dice un predicador alemán “Satanás no nos hace odiar a Dios, pero nos hace olvidar de Él y la criatura comienza a hacerse real y el creador pierde realidad”.

David llama a la mujer se acuesta con ella y la embaraza, y luego reflexiona cómo evitar un escándalo. Piensa endosarle en niño a a un general suyo llamado Urias que además estaba casado. Urde varias trampas, todas fracasan y tanto insiste el Rey que Urias acaba siendo asesinado por culpa de David.




LA MALDICIÓN

Esta parábola dice que David pecó gravemente. Cometió adulterio y adicionalmente el asesinato de un hombre inocente.

Algunos se preguntan por qué les va mal en el negocio, familia, por qué no se sanan, por qué otros tienen éxito, hay muchos que no captan el poder de la maldición. La sentencia de Dios Para David fue dictada por el profeta Natán:

1) La espada nunca se alejará de tu casa, siempre tendrás marcada una vida con violencia por situaciones de guerra.

2) Tus descendientes y familiares se van a rebelar constantemente contra ti. Tus descendientes tampoco podrán controlar sus impulsos sexuales y esa maldición cae sobre tu vida y tu familia.

Dios perdona al que se arrepiente pero la maldición queda. Dios perdona a David porque éste se arrepiente, se duele y lamenta de una manera profunda el terrible pecado y la trasgresión, sin embargo hay algo que debemos entender, es que la maldición queda, te puedes arrepentir pero ella trae consecuencias.



La maldición existe, es una fuerza verdadera que viene del pasado y que cae sobre nosotros de una forma inexorable y se reviste de dificultades de los mismos pecados que nuestros antepasados han cometido y no solo heredamos la fisonomía, el tipo de piel, la contextura física y la personalidad.

Heredamos las debilidades. Las maldiciones se heredan

Éxodo 34: 7que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la
rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que
visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos,
hasta la tercera y cuarta generación.”


El perdón de Dios está, pero no basta solo con ello. Necesitamos ser restaurados y buscar la liberación de las maldiciones y que sea quebrantada toda fuerza del pasado.



COMO QUEBRANTAR LAS MALDICIONES

1. Oración identificadora

Orar como Salomón para cancelar la maldición, pedir sabiduría. Pedir a Dios que a través de la oración se cancele toda maldición y bendiga nuestras vidas. Esto significa que debo pedir perdón no solo por mis pecados sino por los de mis antepasados.

Levítico 26: 40 “confesarán su iniquidad, y la iniquidad de sus padres, por su
prevaricación con que prevaricaron contra mí; y también porque anduvieron
conmigo en oposición”.

El mismo Daniel oró diciendo:

Daniel 9: 5 hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos hecho impíamente, y hemos sido rebeldes, y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus ordenanzas”. 

Notemos que Daniel quien no cometió ninguno de los terribles pecados de sus ancestros, ora como si los hubiera cometido.

2. Proclamar palabra de bendición

Tú rompes la maldición cuando proclamas que te va ir bien, que Dios te va a
bendecir y proclamas la victoria sobre ti. “Jehová esta conmigo”. ¡Aleluya!

3. Aplicar la sangre de Cristo

Es la sangre de Jesús, es la cruz del Calvario donde él cargó las enfermedades,
pecados y la maldición.

Gálatas 3:13 “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros
maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero)”.

Cuando Cristo murió en la cruz ahí dejó las maldiciones, las absorbió y canceló
todo tipo de maldición.
Para que las bendiciones de Abraham llegasen se hizo maldición en la cruz.





Sobre los demonios - Capítulo XI: Tipos de influencia demoniaca extraordinaria                                                                                                                            

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Juanjo y comentaristas blogueros,por favor asómate a 2 Samuel 11.1-27 y tal vez recompongas algo en tu interesante entrada,tratas cosas muy recias, y lo haces con verdad, ¿eres navarro?,también
quiero invitaros a visitar un buen blog donde madurar la fe mediante la formación y catequesis adulta, mistagogia de la liturgia, pensamiento teológico, vida espiritual y aliento para la santidad.Un saludo.

http://corazoneucaristicodejesus.blogspot.com/

Juan dijo...

Hola nip:

Gracias por comentar. Sé lo que quieres decir. Que el rey David no mató directamente a Urías. Es cierto, al resumir para que el post no se alargara, este punto no quedó claro. Queda dicho. En el siguiente enlace, se puede consultar:

http://biblia.catholic.net/home.php?tipo=subversiculo&id_sub=280

Soy de Madrid. Ese blog que recomiendas parece interesante.

Un saludo,

Anónimo dijo...

Interesante.

Un abrazo.

Juan dijo...

Gracias por tu comentario Adela. Un beso