sábado, 2 de abril de 2011

TERCER VIERNES DE CUARESMA

Infunde, Señor, tu gracia en nuestros corazones para que sepamos dominar nuestro egoísmo y secundar las inspiraciones que nos vienen del cielo. Amén.

Meditación

1.- El pelagianismo es una herejía condenada por la Iglesia pero que, en la vida de muchos creyentes, está muy viva. Consiste en creer que el hombre, sin la ayuda de Dios, puede alcanzar la santidad y la salvación. Es una exaltación práctica del propio yo, del egoísmo espiritual. Esta herejía desplaza a Dios como fuente de salvación y, en su lugar, coloca al hombre con sus esfuerzos, inteligencia, voluntad. Quizás creamos que nosotros, siendo como somos, estamos exentos de esta herejía. Pero bastará pararnos a reflexionar cuántas veces decimos: "he de..", "voy a..", "me esforzaré..". El sujeto siempre soy yo. Peo en el campo espiritual el sujeto siempre es Él. "Sin mí no podéis hacer nada", dice Jesús. En el campo de la fe y de la espiritual somos "siervos inútiles" si no contamos con la fuerza de lo alto. Como todo siervo trabajaremos, nos esforzaremos pero siempre con la confianza y la esperanza puesta en Él.

2.- La Iglesia, consciente de esta impotencia espiritual humana suplica hoy al Señor su ayuda: "Infunde, Señor, tu gracia en nuestros corazones, para que sepamos dominar nuestro egoísmo". Como ejercicio cuaresmal, proponemos dominar nuestro egoísmo apoyados en la gracia de Dios.

Pregúntate: cómo andas de egoísmo, si lo cultivas con cierta regularidad, si eres un pelagiano. Qué vas a hacer en esta Cuaresma para evitar caer en esa herejía.


Súplica

Señor Jesucristo, fuente y origen de toda santidad, solamente en ti puedo encontrar la fuerza que me empuja hacia la santidad. Solamente Tú, Señor, me puedes transportar en tus brazos divinos hacia el corazón misericordioso del Padre.

Tengo en contra mi radical egoísmo. Intento sustituirte y reemplazarte colocando en tu lugar mi inteligencia, mi voluntad y mis esfuerzos, olvidándome, Señor Jesús, que no son mas que actos inútiles si Tú no los llenas por dentro con tu Gracia.

Por eso, en esta santa Cuaresma, quiero echar raíces en tu corazón y no en el mío; deseo cultivar tu presencia en mi vida y dominar mi egoísmo; anhelo que seas Tú, Señor, y no yo quien me lleve hasta la santidad.

Amén.


Jaculatoria

Sólo en ti, Señor, pongo mi confianza.

No hay comentarios: